Constitución séptuple 

Yveth Romero Padilla

Yveth Romero

Civilizaciones remotas han dado al número siete, un sentido mágico y simbólico, y ha acompañado al ser humano de forma muy importante. Lo podemos ver en narraciones sobre el origen del universo, y también en los días de la semana, las notas musicales, los colores del arcoíris y las leyes de la naturaleza. 

El ser humano, no se aparta de esta constitución séptuple. No podemos descartar la posibilidad de que somos más que un vehículo físico emparentado con el reino mineral, muchas cosas se manifiestan en nosotros; si nos observamos, si nos prestamos atención, podremos ver que el ser humano tiene más de un vehículo de expresión

Así, más allá del cuerpo físico, tenemos energía, nuestros órganos permiten que nuestro cuerpo manifieste su vida física, hay calor y movimiento, estamos hablando del vehículo de la  vitalidad. Pero, las plantas también tienen vida, y precisamente como diferencia de este reino vegetal, manifestamos emociones, pasiones, sentimientos, este es el otro vehículo el emocional, el que permite que le pongamos colores a la vida, al día a día. Más allá de este vehículo de emociones, que compartimos con el reino animal, el ser humano tiene mente. Pero este vehículo mental, pero de una mente de deseos, egoísta, manipuladora, y que debemos aprender a conocer y a manejar, para que sea precisamente guía de los mejores actos del ser humano, los que nos acercan a los héroes y a los santos

Más allá de estos cuatro vehículos de nuestra personalidad, está lo que muchos sabios de antiguas civilizaciones llamaron tríada superior, el yo, el ego, en fin… Tres vehículos que son nuestro futuro, y que suelen manifestarse de cuando en cuando en nuestra vida, pero que no les prestamos atención. La Voluntad, la Intuición, y la mente pura. Es un camino evolutivo, desde los minerales hasta el hombre, y aún queda por caminar hasta el verdadero ser.

Nueva Acrópolis Santo Domingo