Apolítico nunca más

Emily Torres Larriva

Emily Torres Larriva

La política en los últimos tiempos se ha transformado en sinónimo de corrupción, la gente honesta no está interesada en lidiar con un cáncer realmente letal, vemos como las banderas se usan como maniobra electoral, sin encontrar realmente el origen o identidad que debe ser parte de un partido político. El típico “camisetaso” es parte de las contiendas, vemos candidatos que han pasado por varios por partidos únicamente por pericia, de una manera desvergonzada y completamente audaz.

En el día a día se suman simpatizantes que desean alejarse de la política por obvias razones, pero como ciudadanos responsables esto es imposible, en todas nuestras relaciones diarias debemos tomar decisiones y acciones vinculadas a la política, el llamado al compromiso con nuestro país es inaplazable, no podemos quedarnos de brazos cruzados, es momento de actuar. Debe conmovernos la realidad del Ecuador, puesto que, todo lo que confeccionamos tiene connotación política.

Personalmente, de manera errónea, he mencionado en múltiples ocasiones mi postura, y hoy me retracto, no puedo ser apolítica, soy apartidista, al menos hasta que el sistema y su operar cambien.

Nuestra sociedad atraviesa una grave crisis en donde la política también ha sido afectada, contaminada, necesitamos pronto inyectarle medicina de valores, moral y buen vivir. Dejar de lado la crítica y la comodidad de únicamente informarnos, es hora de actuar.

Confío en las personas que aún pregonan con el ejemplo, laborando arduamente con manos honestas, estudiando pese a las adversidades, emprendiendo en medio del temor, endeudándose para abrir una tienda, creando microempresas, buscando un mejor futuro y construyendo un gran presente.

Estar a favor del cambio es mi partido, porque no hay peor acción que la no ejecutada, no hay peor error que la omisión, no hay peor dolor que la corrupción.

Ecuador nos necesita, involucrados, unidos, informados.

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