Algo hay que hacer

Luis Intriago Luna

Luis Intriago Luna

El pueblo está muy asustado por la creciente delincuencia a niveles jamás sospechados. Aquellos han creado su propia ‘ley’ para extorsionar, dizque para dar protección a los hogares, negocios, docentes, etc. Esto es intolerable, el abuso de estas sanguijuelas llega al colmo de meterse con los contratistas de Obras Públicas exigiendo sendas cantidades y, además, un porcentaje del total de cada contrato, lo que ha motivado que los contratistas abdiquen de seguir trabajando para evitar que estos cumplan sus amenazas. 

La audacia causa ironía por el descaro de estos facinerosos atrasa pueblos, con tan horrible despropósito que tiene en zozobra a los ecuatorianos, cuando en otrora época se podía vivir seguros y en paz. Nuestras madres solían decir: “Hay que atajar el pasmo a tiempo”; esto significa que se debería actuar con mucha premura, tomando decisiones rápidas y oportunas, para evitar más secuestros, muertes, extorsiones y no permitir el cierre de tantos negocios y la huida de nuestros compatriotas a otros países. 

El pueblo, con el poder y la decisión que tiene, cree que se debería contratar a unos 10 juristas para que reformen de forma apremiante la Constitución y algunas leyes, obviamente considerando que estas normas y leyes no están escritas en piedra y que en un máximo de 60 días entreguen al país algunas normas concretas que frenen de inmediato la sublevación delincuencial que estamos viviendo. 

Es evidente que no faltarán algunos “iluminados” que objeten la propuesta, pero frente a la muerte de inocentes y obligados a pagar un “impuesto” creado por ellos sin ningún derecho; en nombre del pueblo deberíamos adelantarnos, ejecutar los cambios positivos en bien de todos los ciudadanos, con la urgencia que el caso amerita. 

En concreto, sentenciar por muerte 50 años mínimo, más la acumulación de penas por secuestro 20 años, si es torturado 10 años más de cárcel. Por amenaza de extorsión comprobada 15 años, si ponen bombas suma 10 años más, todo esto sin rebaja de penas. Si esperamos a los asambleístas pasarán décadas y hasta eso el pueblo habrá desaparecido. Hasta que haya decisiones inéditas en favor del pueblo, que Dios nos ampare.

[email protected]