Carta a Diana Salazar

Iván Paredes

Doctora Diana Salazar:

En el mes de la mujer, donde todos debemos reconocer el alto valor del género femenino, en especial, de aquellas mujeres honestas, dignas, dedicadas a su hogar y familia dispuestas hacer lo imposible por dejar una valía para sus congéneres (hago un paréntesis para saludar a mi madre, a todas quienes componen mi familia consanguínea y aquellas damas que tengo el placer de conocerles) que, en hora buena, es la mayoría de féminas ecuatorianas dispuestas a luchar por dejar un legado de paz, amor, tranquilidad, unidad y decencia, como usted, en su ardua labor, así lo ha demostrado.

Se dice que el destino está predestinado y, los astros, ángeles, la naturaleza, el universo, como queramos señalar, le escogieron para que lleve el estandarte de la honestidad de este pequeño país, y luche desde el espacio que le estaba esperando en el 2011. Desde niña la vida le enseñó a ser una verdadera guerrera, al tener que inmigrar desde la ciudad de Ibarra hacia la capital del Ecuador, conjuntamente, con sus padres en los años 80´, la discriminación borboteaba y las clases sociales marcaban el ordenamiento social, pero su camino estaba señalado, tenía que llegar a ser Agente Fiscal (2016), y enfrentar en aquel momento a ese personaje lambón que se aferro a la Federación Ecuatoriana de Futbol, en el caso FIFA GATES; así, encaró a la cúpula de la corrupción y, en el 2017 presentó las pruebas de rigor para que se encarcele a Jorge Glas. De allí, sabemos sus grandes batallas.

Debemos decirle que el Ecuador de la gente honesta, con pensamiento y criterio propio y razonado le apoya, doctora Diana Salazar, que no desmaye en su lucha por combatir la corrupción y, a quienes han tomado el camino de la maldad, egoísmo y picardía, pero su valentía es la única que les puede confrontar. Le recomendamos, también, haga una limpieza interna de las fiscalías provinciales, porque existen muchos “fiscales” que entraron por la ventana y no son dignos de ser parte de su equipo de trabajo. Confiamos en usted, por favor, no defraude al verdadero pueblo ecuatoriano que tiene fe en sus principios y valores demostrados.