Arde Guayaquil

Carlos Arellano

La regeneración urbana iniciada por el exalcalde de Guayaquil, León Febres-Cordero, trajo beneficios para un grupo de personas que residen en la urbe. Aunque el maquillaje de las zonas más emblemáticas jamás erradicó la desigualdad ni combatió la pobreza ni la inseguridad que caracterizan al puerto principal.

La reconocida –incluso cuestionada- labor de Febres-Cordero permitió que el Partido Social Cristiano (PSC) se apodere de la Prefectura y de la mayoría de las alcaldías de la provincia del Guayas. Hoy, esta provincia es el bastión principal del PSC.

La llegada de Jaime Nebot a la Alcaldía, tras su rotundo fracaso como candidato presidencial, permitió que el modelo de gestión instaurado por su antecesor se fortalezca. Luego de tres períodos, Nebot heredó la Alcaldía a Cynthia Viteri, política guayasense, ex asambleísta y excandidata presidencial por la misma organización política.

Desde su llegada al municipio porteño, su labor ha sido duramente criticada. Por ejemplo, Diario Expreso en distintas ocasiones relevó parte de los enredos que enfrenta la alcaldesa; lo que representó para una de las experiodistas del rotativo, acoso y persecución por gente afín a Viteri.

¿Qué hizo Cynthia Viteri para evitar el escrutinio público? Armó una trinchera para salvaguardar su estatus al exponer públicamente su vida personal. Su estilo, sus ardientes declaraciones en medios de comunicación o en redes sociales, su vestimenta, su relación sentimental, incluso su reciente matrimonio logra ocultar –de momento- los problemas que enfrenta la urbe.

Lamentablemente Guayaquil restó importancia a lo que verdaderamente le concierne al otorgar interés a la intimidad de su principal autoridad municipal.

Por otro lado, Viteri goza del silencio y de la complicidad del Concejo Municipal que ha incumplido con su función de fiscalización. La alcaldesa, al igual que cualquier militante del PSC, es intocable.

Mientras la alcaldesa se alista para la reelección, en un evidente uso inapropiado de los recursos públicos para promocionar su imagen, Guayaquil arde entre la inseguridad, el crimen organizado, el desempleo, la pobreza y más. ¿Logrará el PSC acaparar la alcaldía una vez más?