Ante el espectáculo macabro que nos dio el narco-terrorismo desde las cárceles, la fuerza pública no debe mantenerse impávida. La seguridad nacional requiere el involucramiento de la población civil, para enfrentar el narco-terrorismo, mediante selección, instrucción militar y organización disuativa.
FFAA deben sugerir al presidente electo, la conformación de Frentes de Defensa de la Libertad, ante la amenaza interna del narco-terrorismo en la costa y Sucumbíos. Los nuevos ministros, especialmente de Defensa, Gobierno y comandantes de Fuerza, no pueden tener vínculos ni afinidad con el narco-comunismo, porque les corresponde reeducar en contrainsurgencia a las FFAA y PPNN, hasta que entiendan que el narco-comunismo es su enemigo.
Hay que actuar con celeridad, movilizar al generalato y almirantazgo en SP, no para decirle a Lasso lo que quiera oír, sino la situación concreta y el modo como debe superarla. Además, Lasso evitará someterse a los caprichos de la Asamblea, solo si dispone al CNE, en su 1er Decreto, que convoque a Consulta Popular con las preguntas que están admitidas por la CC, mediante Dictamen 7-19-RC/19. Dichas preguntas eliminan las funciones estatales creadas en Montecristi; sustituyen la Asamblea Nacional por Congreso Nacional bicameral integrado por un senador y un diputado por provincia y un diputado adicional por c/500.000 habitantes.
Con el resultado favorable de la Consulta, debe proponer reforma parcial de la Constitución, la misma que tiene que tramitarse de forma obligatoria, por provenir de una Consulta Popular, de acuerdo a lo preceptuado en el Art.106 inciso final de la Constitución. Si la Asamblea le obstaculiza, Lasso puede aplicar el Art.148, porque la Asamblea se arroga funciones que no le corresponden, ya que debe cumplir el mandato proveniente de Consulta Popular, de modo obligatorio e inmediato, toda vez que comporta la voluntad del pueblo, que es el fundamento de la autoridad, ordenado en el Art.1 de la Constitución.