Todos a su casa

Salvatore Foti

Hechos y números no hablan bien del actual Gobierno. Decenas de ataques terroristas a las UPC; explosiones y coches bomba en las afueras de diferentes gasolineras; granadas y, lo que más duele, los policías fallecidos a causa de la guerra que grupos criminales le han declarado al Estado. Guerra que la guerrilla instalada con éxito en el país está ganando de largo, pues consiguió sembrar miedo y caos.

El Gobierno, por su parte, ha sido lentísimo para tomar acciones mínimas, tales como intervenir en las cárceles utilizando policías y militares. Pero prefirieron mentirnos, asegurándonos, cuando todo recién empezaba, que esto era imposible y la ley no lo permitía.

Pero ni Lasso ni sus expertos en seguridad supieron ver lo que se nos venía encima y lo que aún puede seguir ocurriendo, pues no tienen el control de nada y la situación puede empeorar. Y para muestra un botón: a las pocas horas de afirmar que el traslado de los reos seguía sin mayor dificultad se dio otra balacera en el cuartel general de las bandas criminales— la mal llamada Penitenciaría del Litoral—.

Claro está que quieren vendernos el enésimo cuento de que la culpa es de los gobiernos anteriores pero yo me quedo con la idea de quien se postula a la Presidencia y peor aún ya gobierna desde hace un año y medio es parte del problema mas no de la solución.

Hasta me atrevería a decir que  puede que detrás de este caos haya una estrategia para sacar provecho y justificar lo que se nos impondrá en diciembre cuando entre pesebres y Mundial, sagrado y profano, vendrán las “grandes maniobras” del Ejecutivo, quien entre otras cosas debe ganar una importante consulta popular.

Ya somos muchos  los que lastimosamente hemos perdido la esperanza en Lasso y los miembros de su gabinete, quienes siguen ignorando  por completo la realidad de un país que hoy clama por medicinas, seguridad y garantías mínimas a todo nivel y que obliga a miles de ecuatorianos, como ocurría en las peores épocas, a optar por dejar el país arriesgando la vida.

Este Gobierno es tan desesperante que hoy debemos considerar la opción de que se vayan todos, incluidos los asambleístas, a la casa y se convoque urgentemente a nuevas elecciones.