Terrorismo y justicia

Kléber Mantilla Cisneros

La ignominia a la que nos han obligado algunos jueces y fiscales, que liberan a las pocas horas a delincuentes y criminales peligrosísimos, debe hacernos reflexionar y replantear acerca de lo queremos heredarles a nuestros hijos. Asesinatos, intimidación, atracos, ciberdelitos y corrupción desbordada. Sucesos que requieren protocolos propios de los campos de guerra. Hasta cuesta trabajo entender qué razones llevaron a liberar a los cabecillas de sangrientas bandas delictivas. Un salto mortal a la impunidad absoluta gracias a un fanfarrón a cargo del sistema de justicia que evoluciona a la justicia por mano propia. A la universalidad del delito.

Es que a las familias de las víctimas de las violencias callejeras, balaceras, atentados con explosivos y masacres portuarias no se las puede reparar con promesas incumplidas y medidas grotescas como el uso de armas. Una espinosa situación similar al exterminio de policías —asesinados y heridos—, por enfrentarse a grupos ‘terroristas’ porque aquellos esparcen miedo, pánico y terror. No hay que exagerar, pero, ¿quién va a indemnizar a tantas familias de trabajadores víctimas? Por efecto de la extorsión y secuestro se cierran cientos de negocios. Las pérdidas de productores y empresarios son inconmensurables. El atraco con rastreadores satelital en las jornadas del mar y en las carreteras representa millonadas; con daños colaterales irrecuperables.

No es posible que la inseguridad, la violencia política y los estragos del invierno estén acabando con la esperanza de nuestra gente. Todo, mientras autoridades indolentes se enfrascan en la letanía de un juicio político al presidente detrás del realismo mágico de su torpeza y la apatía de un pueblo. Una clase dirigencial obsesionada por dinero y poder; carente en valores. Lo que traduce la educación paupérrima de gran parte de políticos y operadores de justicia de farándula.

Lo que sucedió con el cuñado Danilo Carrera, detenido en un aeropuerto por horas, para que la prensa pueda llenar sábanas de texto sin cambiar nada, recrea el mundillo de estupidez. Ahí mismo, cae un falso agente del ‘FBI’ con un dron con supertecnología en oferta para las mafias del narcotráfico. Esto cuando en una bodega local ya se fabrican pistolas y fusiles con un escáner 3.0; y así, desarrollar y perfeccionar la industria del crimen organizado. “Otra nimiedad”, dirán militares conservadores y ortodoxos de viejas ideologías que no logran entender que hasta el terrorismo está globalizado.

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