Sin ideas ni ideologías

Los formularios para la revocatoria del mandato al actual Presidente constituyen la inevitable reacción de una parte de la ciudadanía que está harta de tanta orfandad estatal e institucional. Sin embargo, lo que debe preocuparnos es que la revocatoria no es una crítica a la ideología de Lasso ni a su posición política. A Lasso no se le critica que sea de derecha o izquierda; se lo critica con vehemencia por la ineptitud e improvisación de su Gobierno. Esto es muy grave porque significa que la población percibe que el Presidente no hace obras y que el país se está yendo a pico por falta de capacidad, no por exceso de ideologías o, menos aun, de ideas.

En fin, la gente se rebela ante la ineptitud, no ante la política. Así de bajo hemos caído. Debemos admitir que no tenemos una clase política a la altura, peor aun en este año en el que hemos visto solamente politiquería e insultos de baja calaña provenientes de Carondelet hacia cualquier adversario político.

Lejos de ofrecer soluciones para los verdaderos problemas de la gente, resulta que el objetivo de Lasso es que no vuelva el correísmo, divorciándose una vez más de las necesidades de la ciudadanía. El Presidente parece más interesado en fundar el partido ‘anticorreísta’ que en gobernar. ¡Qué pena y qué ofensivo para nosotros! Los ciudadanos necesitamos de un mandatario capaz de defendernos de la delincuencia y del terrorismo, no de sus propios fantasmas.

El Gobierno nos tiene abandonados y la revocatoria impulsada por Pedro Granja podría ser solo el inicio de una voluntad popular mucho más amplia y determinada cuando, por desgracia, la Conaie u otra organización política inaugure un nuevo ciclo de protestas en contra de la mala situación económica, del pésimo sistema sanitario, de la delincuencia, del alto costo de la vida, etc. Muy pocos estarán dispuestos a apoyar al actual Gobierno, que luce muy confiado por apoyos y garantías extranjeras que, no obstante, cuando llegue el momento, se echarán para atrás. Esperemos que pronto despierten con ideas e ideologías capaces, pues la cuenta regresiva hace rato que ya ha empezado.