Palestina

Rodrigo Santillán Peralbo

Desde 1948, Palestina es víctima del Estado Judío de Israel que, con apoyo internacional y en particular de Estados Unidos, comete agresiones para ocupar arbitrariamente territorios palestinos, destruir casas, pueblos y agredir cotidianamente a sus habitantes, sin respetar siquiera la vida de niños, niñas y adolescentes. En estos días, más de un centenar de niños han sido asesinados, incluso recién nacidos que permanecían hospitalizados.

El pasado 7 de octubre, la resistencia palestina con Hamás en el liderazgo, decidió iniciar el camino hacia la liberación de su pueblo. Como ya es costumbre, el sionismo con el uso de armas de todo tipo repelió los ataques, y usó sus relaciones internacionales y poder económico para aparecer ante los ojos del mundo como víctima de los palestinos que, estoicamente, han soportado procesos de colonización, despojo de sus tierras y destrucción de sus viviendas a toda hora y en casi todos los días. La violencia israelí ha sido una constante y ya es histórica.

Son algo más de setenta años que el pueblo palestino soporta oleadas de terror, destrucción y muerte por parte del judaísmo-sionista ortodoxo de Israel, con la complicidad directa o indirecta de las potencias occidentales. Son siete décadas que Israel no acata ninguna resolución internacional, para que cese sus agresiones contra Palestina.

Palestina está dispuesta a luchar por su dignidad, por la solidaridad de un pueblo que se niega a vivir de rodillas o doblegar su espalda ante la furia del invasor. La solidaridad con Palestina busca paz con dignidad y pleno respeto a su existencia soberana.