Renacer

Por: María Paz Jervis

La religión católica sigue siendo la más practicada en el territorio ecuatoriano; adicionalmente, nuestra tradición abarca muchas costumbres que, si bien son de origen católico, se han incorporado como propias de la cultura y fiestas paganas. Este fin de semana, los católicos celebramos el fin de la Semana Santa. El Domingo de Resurrección o Domingo de Pascua cierra un capítulo de mucho dolor y nos invita a renacer. Este día nos recuerda que Jesucristo resucitó después de haber sido crucificado y la vida triunfó sobre la muerte.

La necesidad de resucitar nos llega en momento preciso en el Ecuador, e invito a que después de recorrer este camino de espinas juntemos nuestra fe y nuestro amor para resucitar como nación.

Son tantos los escándalos de corrupción que no alcanza esta columna para analizarlo todo. Voy a citar una de las tantas violaciones al Estado de Derecho, ocurrido en días pasados con la salida de la cárcel del exvicepresidente Jorge Glas, que cumplía una condena de ocho años de prisión por dos sentencias, en los casos Odebrecht y Sobornos. Su defensa presentó un recurso de habeas corpus, lo que le posibilitó salir del Centro de Rehabilitación Social de Cotopaxi.

La acción de habeas corpus tiene por objeto proteger la libertad, la vida, la integridad física y otros derechos conexos de la persona privada de libertad. En el caso de Glas, se presentó supuestamente para evitar que fuese víctima de tratos inhumanos y degradantes. Considerando que es dramática la situación de la población carcelaria en el país, este invento de Glas y sus abogados constituye una burla más al pueblo ecuatoriano.

Además, hay que considerar que el habeas corpus no deja a la persona en libertad. La pena tiene que cumplirse; simplemente se determina la presentación ante la autoridad competente y la prohibición de salida del país.

En este caso, el recurso fue presentado ante un juez de Manglaralto que, por razones de territorio, no gozaba de la competencia para conocer la causa. Un atropello más a los procedimientos.

Y finalmente, hay que recordar que todavía no está ejecutoriada la sentencia del caso Singue y si Jorge Glas es declarado culpable, nuevamente tendría que ser privado de su libertad, aun si la Corte Nacional ratificara el habeas corpus.

Es decir que, pese a tantos abusos, todavía nos queda esperanza de que prime la justicia en este caso tan bochornosos para nuestra ciudadanía.

Por eso es que el Ecuador debe renacer y para ello exigimos justicia, respeto a los procedimientos y a las instituciones. Que sepan nuestras autoridades que estamos observando y controlando su accionar.