Promesas y nada más

Revisando las propuestas de gobierno de los candidatos a la Presidencia, nos encontramos con una larga lista de promesas y nada más.

Los ‘conocedores’ de los problemas que nos aquejan, prometen combatir la crisis que atraviesa el país. Aseguran falsamente que, desde el Ejecutivo, podrán eliminar la inseguridad y las muertes violentas. Despertando pasiones con su propaganda, destacan además que capturarán a los criminales, que mejorarán el sistema de Justicia, la salud, la educación, etc.

Unos se dedican a recorrer las provincias, muchos quieren parecerse a Nayib Bukele, presidente de El Salvador, y otros se limitan a hacer pasos de baile buscando la viralidad, pero sin explicar lo que harán si llegan al poder.

Lo cierto es que ninguno de los candidatos ha podido explicar con claridad, ni contundencia, cómo va a disuadir la inseguridad en la que vivimos los ciudadanos todos los días. Ni cómo trabajarán con el posible panorama de una Asamblea Nacional que no apoye sus propuestas.

En lo económico, muchos prometen generación de empleo adecuado y desarrollo sostenible.  Otros dicen que convertirán al Ecuador en un país más competitivo, pero enfocados en el endurecimiento de las políticas tributarias recaudatorias, sin entender que, justamente, los impuestos y aranceles son el ‘ancla’ que nos ata al pasado, a la miseria. Y, un binomio, un poco más honesto con sus limitaciones y capacidades, aclara, sin la más mínima vergüenza, que ‘hará lo que su patrón (el caudillo de Bélgica) ordene’.

Pasemos a lo inclusivo. Todos aseguran que serán inclusivos a nivel social, que construirán viviendas y las multiplicarán ‘peor que conejos apareándose’. Solo promesas, nada más, porque explicación financiera o acciones para conseguir los objetivos, eso es lo que no hay.

En cuanto a educación, aseguran que habrá mucho más acceso para la gente, que  aumentarán los cupos. También mantienen ese discurso trillado y mentiroso  de la educación ‘gratuita’. Un concepto más falso que un billete de $3, pues el momento en el que un profesor recibe un sueldo, ya nada es gratis. Todos nosotros pagamos esas facturas con nuestros impuestos. Eso sí, nadie menciona a las nuevas carreras acordes a la realidad que se vive en un mundo globalizado e interconectado por la tecnología y los idiomas universales. Simplemente no lo explican, porque no tienen idea, son políticos de profesión, no de convicción.

También tenemos a aquellos falsos profetas disfrazados de ‘periodistas investigativos’ que dicen ser abanderados contra la corrupción, pero no saben -o no pueden- justificar de forma coherente su patrimonio. Son como aquel ‘vacunador’ que extorsiona a sus víctimas a cambio del silencio cómplice. El último estadista y líder que tuvo este país, León Febres Cordero, siempre decía: “hay dos cosas que el ser humano no puede ocultar, el hipo y el dinero”.

Finalmente, revisamos otro de los temas de moda, el discurso ambientalista, enfocado en captar el voto joven, pero que no se puede cumplir, porque no tienen un plan B para generar los recursos que el país necesita.

Todos hablan de forma linda y esperanzadora, pero nadie explica cómo lo van a conseguir. Nos drogan de tal forma que unos cuantos sumisos incluso se sienten orgullosos con el remoquete de ‘borregos’ al que hoy rinden tributo.

Ecuador no necesita más borregos. Necesitamos despertar leones para caminar hacia la prosperidad y avanzar hacia un mejor país para nuestros hijos.