Planes de Gobierno y seguridad

Ana Changuín Vélez

La papeleta de los binomios presidenciales está cerrada, y son ocho las fórmulas que buscarán liderar el destino de nuestro país hasta el 2025. Se trata de un período atípico, y los Planes de Gobierno presentados deberán ponerse en marcha en menos de dieciocho meses. ¿Es esto posible? Estas son algunas de sus estrategias en seguridad:

El binomio Armijos y Romero propone, en lenguaje bastante común, fortalecer la capacidad de combate, disuasión y castigo. Aumentar las Unidades Especiales; adquirir equipamiento de escucha e implementar toques de queda; que los canales y radios se “caigan con una hora diaria de programación para educación contra la violencia de género”; y, promover un Acuerdo Nacional contra la violencia y el crimen.

Sonnenholzner y Paredes proponen modernizar el sistema de justicia; fortalecer las fuerzas del orden; y, aumentar la presencia del Estado a través de inversión en brigadas y unidades de Policía Comunitaria; todo con más tecnología para mejorar la trazabilidad delictiva.

Topic y Jácome consideran la seguridad como un eje transversal en su plan. Incluyen la protección de los derechos y libertades; la preservación y mantenimiento del orden público; y, el impulso del desarrollo económico.

Noboa y Abad proponen estrategias con desarrollo socioeconómico inclusivo, reforma del sistema judicial y policial, participación comunitaria y prevención del crimen a través del diseño urbano.

González y Arauz plantean con mucho detalle los ejes ciudadanía en paz y ciudadanía con seguridad. Buscan restituir el Ministerio Coordinador de Seguridad y de Justicia; fortalecer la investigación; proteger a las víctimas; y, participación comunitaria.

Villavicencio y González proponen la profesionalización de la Policía Nacional con actualización tecnológica, armamento y cooperación internacional. También la depuración de la institución policial; la reducción de la impunidad; el combate a los delitos ambientales: el control de fronteras; y, el fortalecimiento de la administración de justicia y ciberseguridad.

Pérez y Pinela presentan un programa un tanto esotérico, construido en torno a la simbología de la Constelación de la Chakana, que para las culturas andinas representa la conexión de las comunidades con el cielo y la tierra. El apartado ‘Nina Minka por la Seguridad’ relata el fenómeno del fuego e incluye medidas preventivas; acción policial; respuesta judicial; apoyo a las víctimas; y, reestructurar el sistema carcelario.

Hervas y Vega lo hicieron sencillo y plantean fortalecer instituciones de seguridad, con la promoción de la cultura de paz. Buscan colaboración entre comunidad y autoridades; cooperación internacional en seguridad; y, potenciar la productividad del país.

Era previsible que los candidatos prioricen el eje de seguridad en sus agendas. Si bien hay ciertas ideas interesantes, la constante en los planes es que ninguno de los candidatos desarrolla cómo llegar a esos objetivos y no brindan elementos para pensar en su viabilidad. Esto no es menor si reconocemos que en última instancia, el porvenir de nuestra nación se encuentra vinculado a la calidad y ejecución del Plan de Gobierno del binomio ganador.