La ruptura que llegó hasta Israel

Milica Pandzic

Nada relacionado al nuevo Gobierno ha sido más comentado que la ruptura entre el presidente Daniel Noboa y la vicepresidenta Verónica Abad. La repentina y opaca ruptura que comenzó durante la campaña electoral, acrecentada una vez en el poder, ha generado especulación y titulares en los medios, nacionales e internacionales.

Medios de habla hispana como El País, CNN en español, Infobae, así como medios en EE.UU., UK, Francia, India, China, e Israel han hecho eco sobre el evidente conflicto entre los mandatarios, y la extraña decisión de enviar a la vicepresidenta como colaboradora de la paz a Israel. El presidente ha decidido no comentar al respecto y minimizar la ruptura, estrategia que contrasta con el gran efecto mediático que han tenido, tanto la situación, como las últimas declaraciones de la vicepresidenta.

Irónicamente, a pesar de tan amplia cobertura, no existe una explicación clara sobre lo sucedido. Esto se convierte en un indicio preocupante, no solo porque no es positivo empezar un gobierno rodeado de polémica y pugnas internas, sino también porque la falta de transparencia podría poner en tela de duda la habilidad de negociación, comunicación, y de trabajo del mismo presidente, al no poder hacerlo armoniosamente con su propia vicepresidenta.

¿Es correcta la estrategia del presidente? ¿Surtirá los efectos políticos y comunicacionales deseados? A corto plazo, parecería que el presidente no sale favorecido de esta polémica, de su silencio, ni de la potencial cobertura que la vicepresidenta podría tener en el conflicto en Medio Oriente. Pero, tal vez el presidente esté apostando por una diferente estrategia a largo plazo. Eso está por verse.