IVA al 15%

Milica Pandzic

El IVA al 15% parece ser ese evento canónico que Ecuador —sus ciudadanos y su clase política— ha tratado de evitar desde hace mucho tiempo. Desde antes de la dolarización, ya habían existido propuestas de un IVA al 15%; y el actual Gobierno ha decidido que dicha alza es uno de sus instrumentos principales contra el déficit fiscal y para el financiamiento del actual combate contra el crimen organizado.

Aunque se establece como un alza temporal, ya que el IVA permanente fue fijado en 13%, es fácil asumir que el IVA al 15% se mantendrá por un buen tiempo. No hay nada más permanente que una medida temporal del Gobierno decía Friedman; y es que mientras el déficit fiscal sea tan abrumante, no existirá incentivo de los gobernantes para disminuirlo.

Hoy que se le pide este esfuerzo adicional a la ciudadanía, la cual ya sufre graves consecuencias de un mal manejo de lo público, de una economía que no despega, y de un fuerte invierno, es necesario que se desarrollen medidas complementarias que permitan trasladar ese aumento del IVA en beneficios a la ciudadanía: programas de protección social y protección a la niñez, mejoras en los servicios públicos, planes para afrontar los estragos del invierno, medidas anticorrupción y de depuración, y en general, que se pueda construir un Estado que trabaje de forma eficiente.

Porque del lado del gasto público e inversión social, no solo se trata de recortes o fusiones de instituciones públicas, o de pensar en un Estado pequeño a toda costa, sino apuntar hacia un Estado que tenga el tamaño y los recursos necesarios para cumplir a cabalidad, y de forma eficiente y sostenible, sus obligaciones, en especial sus obligaciones más apremiantes y prioritarias, como la seguridad y la protección social; y que este cumplimiento sea visible y palpable para los ecuatorianos.