Wellington Toapanta
No solo es propósito gubernamental, lo es, también, de la población promover “más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador” en estos días de globalización, de dinamia científica, productiva, artística, comercializadora, deportiva.
Por ejemplo, satisfactorio es ver y disfrutar, en alineados recipientes de hotelería (restaurantes) internacional, banano producido en diferentes países, pero el más apetecido es de Ecuador por su indiscutible calidad; 22 de los 26 integrantes de la selección nacional de fútbol brillan, por sus talentos, en ligas competitivas de Inglaterra, España, Alemania, Francia, Bélgica, Turquía, Estados Unidos de América, Brasil, Argentina, México; son vitales para objetivos deportivos. Son muestras de “más Ecuador en el mundo”.
El banano es un gran monitor de salud humana: fuente de carbohidratos, de minerales, protege el corazón, reduce la fatiga y el cansancio, previene la anemia, estimula el sistema nervioso, regula la función intestinal, aporta vitaminas, y otros muchos beneficios.
La nueva generación de futbolistas aporta bienestar a sus equipos, desatan hilaridad en 18 millones de ecuatorianos; son espejo de identidad, disciplina, ética, energía que redundan en desarrollo y bienestar, lo que sería imposible si no fuesen resultado de proyectos, de planificación, de inversiones, de semillas de calidad, de medios fértiles, de tecnología, que les hacen, altamente, competitivos.
Como el banano ecuatoriano apetecido para vitalizar la salud humana, el resultado del encuentro futbolístico del domingo último puso, en portadas, el nombre de Ecuador en medios como The Wall Street Journal, The New York Times, de Estados Unidos de América; El País, de España; Clarín, de Argentina; El Mercurio, de Chile; El Tiempo, de Colombia; El Comercio, del Perú.
Es que quienes compiten en Catar son atletas con valor agregado, materia prima potenciada, en la mayoría de casos por el, ya emblemático, Independiente del Valle, de calificados atributos organizacionales, que rebasan a clubes tradicionales, como Barcelona, Emelec, Liga Deportiva Universitaria, quienes han mermado sus aportes a la selección.
Independiente del Valle y sus aportes a la selección nacional, deben ser tomados como espejos para la sociedad ecuatoriana, persuadida a diseñar proyectos, planificación, inversión de calidad, trabajo y perseverancia, rebasando los de ciertos agentes económicos, políticos y sociales empeñados en sumir a Ecuador en estancamiento con mesiánicos proteccionismos gubernamentales, subsidios, despilfarros económicos.
El Ecuador económico, político y social reclama que la hilaridad de la población ecuatoriana, por el resultado deportivo en Catar, se traduzca en imperativa reflexión nacional: elaborar proyectos con planificación real, con ética, inversiones productivas generadoras de empleo, bienestar individual y social. Materializarlos significa vencer obstáculos, mimetizados como partidos y movimientos políticos, incrustados en la Asamblea con deliberada consigna de bloquear iniciativas legislativas de progreso, seguridad y ventura del país.
Imperativo es pujar por resultados positivos, por hilaridad nacional, desterrando al crimen organizado que pretende dirigir el Estado ecuatoriano. Solo así se logrará “más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador”.