Mis mejores lecturas del 2023

Martín Riofrío Cordero

Este 2023 fue un año bastante plano en mis lecturas. Ojo: con plano no me refiero a aburrido, ni tampoco menos emocionante que otros años. No. Me refiero, más bien, a que este año leí, con algunas pocas excepciones, casi que exclusivamente narrativa.

 Siempre he intentado fijar mi atención más en otros géneros. En la poesía, por ejemplo, o en la crónica. Y lo he logrado. Pero por algún extraño motivo, quizás de esos que van más allá de uno, tarde o temprano, vuelvo a una novela o a un libro de cuentos. Por eso, los libros de los que hablaré en esta columna serán novelas. Todas, eso sí, han despertado en mí un gran interés, y me han resultado, por diversos motivos que intentaré explicar a la brevedad de lo posible, lecturas apasionantes.

Que quede claro: no busco imponer un único criterio lector. Pues pese a que me inclino más hacia un tipo de literatura en específico, soy creyente de que cada uno lea lo que más le agrade y le parezca. Tampoco creo que la lectura necesariamente nos haga mejores personas. Puede hacerlo: sí. Es evidente que nos hace individuos más conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor. Además, despierta una sensibilidad en nosotros que puede hacernos más empáticos con los demás, o puede, a su vez, aliviar la brusquedad con la que se desarrollan las relaciones humanas. Leer, en definitiva, te abre la mente. Pero también, esta apertura puede ser mal utilizada. Conozco mucha gente que a pesar de ser grandes escritores, o grandes intelectuales, son malas personas. Utilizan estas facultades que desarrollan la lectura para mal.

Por eso digo: leer no te hace mejor, pero sí más consciente.

Sin más dilaciones, ahí van mis cinco mejores lecturas del año.

Por cierto, el orden no es una clasificación de mejor a peor o viceversa. Es una simple enumeración.

¡Allá vamos!

  1. El síndrome de Ulises, de Santiago Gamboa: Este es un libro que nos habla sobre la dura realidad del migrante. A menudo, más ahora con un país descompensado, se romantiza la migración. Se habla de casos particulares, de tal amigo o amiga que al migrar logró una mejor vida. En esta novela, sin embargo, Gamboa nos muestra lo contrario. Trata de un migrante pobrísimo, que vive en condiciones de suma precariedad en París, con el sueño de ser escritor. No es otra novela sobre escritores. Es una novela que nos muestra cómo, estas grandes metrópolis, con sus encantos y su belleza, pueden ser tan generosas con el que tiene, y tan duras con el que no tiene. Vale leer para pensar. Sobre todo quienes piensan migrar.
  2. Maniac, de Benjamín Labatut: Esta es una novela sobre cómo el ser humano se destruye a sí mismo. Sobre cómo, los grandes avances tecnológicos, pese a darnos mayores comodidades, aumentar la esperanza de vida, y agilizar los procesos, también pueden terminar acabando con nosotros. La historia sigue a John Von Neumann, considerado como ‘‘el hombre más inteligente del siglo XX’’. Es el inventor, entre muchas otras cosas, de la computadora moderna. Con ella, creó una inteligencia no humana, que poco a poco ha evolucionado en lo que hoy conocemos como la inteligencia artificial. Por ahora, esta inteligencia, así como la tecnología, es maleable. Pero en el futuro, es bastante probable que atente contra nosotros. El hombre vs la inteligencia artificial. Gran tema. Muy actual.
  3. Trilogía, de Jon Fosse: Este fue, sin lugar a dudas, el descubrimiento del año. En un inicio, cuando vimos el nombre de un, para nosotros, desconocido escritor noruego que se había alzado con el premio Nobel de Literatura, fue una gran sorpresa. Algunos, con los candidatos de siempre, no fingieron su desencanto. Pero Fosse es un gran escritor que hay que leer. No les diré más. Si gustan, pueden leer la columna que publiqué sobre esta novela en este mismo medio. Eso sí les aseguro: con Fosse no hay pierde.
  4. Mateo perdió el empleo, de Gonçalo M. Tavares: A este escritor que ha sido catalogado por la crítica como el ‘‘Kafka portugués’’, lo descubrí en Madrid. En abril de este año estuve, junto a un grupo de escritores, participando de una gira de la editorial Cadáver Exquisito. Fue ahí, en Librería La Mistral, que di con el curioso título y la curiosa portada de este libro en la edición de Seix Barral. Sin pensarlo, me hice con él. Va de lo siguiente: Un hombre que durante tres años, todas las mañanas, no hace más que dar vueltas a una rotonda; una huelga de empleados de limpieza en una escuela que termina con una acumulación de basura tal donde las bolsas rompen las ventanas, se meten en las aulas, y donde un maestro asegura que la basura también tiene derecho a aprender; un hombre con una batería portatil en el corazón que acude a un hotel de citas para tener relaciones sexuales. Estas son algunas de las historias que transcurren en ‘Mateo perdió el empleo’, de Gonçalo M. Tavares, libro que utiliza la técnica del relato enmarcado –donde una historia se va uniendo al tiempo que pueden ser leídas de forma autónoma– y que se convierte en una crítica hacia la posmodernidad: tiempo donde el ser humano lo quiere todo rápidamente, en donde se ha dejado de creer en el azar, y en donde el amor, así como culturas como la del mindfulness y la positividad tóxica se han puesto tanto de moda.
  5. Triángulo Fúser, de Ernesto Carrión: No puede faltar la literatura ecuatoriana en esta lista. En esta publicación de Seix Barral (Planeta), se reúnen las tres novelas que completan esta trilogía sobre las andanzas del Che Guevara en Guayaquil. Los dos primeros -publicados en 2016- ‘‘Tríptico de una ciudad’’, y ‘‘Ciudad Pretexto’’, y el último, el que faltaba: ‘‘Ciudad de fondo’’, presentado por primera vez ante los lectores en este volumen. Se trata de la consumación de uno de los proyectos más ambiciosos de nuestra narrativa. Una serie de novelas que desmitifican la figura del Che. Que en lugar de mostrarnos a la leyenda, nos permiten conocer a Ernesto Guevara de la Serna, hijo de Ernesto Guevara Lynch y Celia de la Serna, joven médico argentino, asmático, que poco o nada le interesaba la política. Que soñaba ser, a la manera de su admirado César Vallejo, un gran poeta y un gran aventurero.