Los retos del cambio climático

En una columna pasada, detallaba cómo no estamos preparados para los retos globales que nos acechan. Uno de ellos es el cambio climático. Los últimos siete años han sido los más calientes de los que se tiene registro, y haciendo un lado la discusión sobre sus causas, lo cierto es que estos cambios de temperatura están relacionados con fenómenos climáticos extremos cada vez más frecuentes y las pérdidas relacionadas a estos han ido en aumento durante las últimas cuatro décadas.

Esto muestra que hasta ahora no ha existido capacidad de respuesta y adaptación, lo que nos hace mucho más vulnerables. Para citar el ejemplo más reciente: La ola de calor en Reino Unido —que generó el día más caliente en registro para dicho país— causó una serie de disrupciones: los trenes tuvieron que cancelar rutas o reducir su frecuencia; se generaron quiebres en una pista aeroportuaria, mientras que otra se derritió; los sectores de salud y educación cancelaron servicios. Además, se estiman más de 900 muertes causadas por el calor, mientras se vive en edificios que no fueron construidos para estas temperaturas. Se debe repensar la infraestructura.

También se deben repensar los sistemas de producción alimentaria. Entre otros factores, el aumento del calor hace que el suelo sea menos productivo. Italia, por ejemplo, afronta en la actualidad una disminución estimada del 30% en las cosechas estacionales debido a condiciones climáticas extremas. Según la ONU, en los próximos 30 años, el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria se verán seriamente amenazados si no se toma acción para abordar el cambio climático y la vulnerabilidad del sistema alimentario a este.

Así como estos, muchos otros aspectos de nuestra vida que se verán gravemente afectados por el cambio climático. Entender los riesgos para generar sistemas de resiliencia y adaptación es clave.