Lo que más les cuesta

Las preguntas del referéndum impulsado por el Gobierno de Guillermo Lasso están en el ojo del huracán, en cuanto a asuntos de esencia como las bases liberales, republicanas y democráticas de nuestro Estado. Son, en realidad, una puerta para rectificar a fondo varios planteamientos utópicos que se hicieron inamovibles con la Constitución vigente.

La estrategia que las encierra consiste en trazar el rumbo que sacará al país adelante definitivamente, según el Presidente. Reformas constitucionales relacionadas con la inseguridad, la calidad de la institucionalidad y políticas ambientales, son los ambiciosos rubros generales. Las preguntas, junto a otras 13 papeletas en las elecciones, son un desafío a la comprensión del votante.

El apoyo complementario de las Fuerzas Armadas a la Policía Nacional, para combatir el crimen organizado; la extradición de ecuatorianos; garantizar la plena autonomía de la Fiscalía General del Estado; reducir el número de asambleístas; que los movimientos políticos cuenten como afiliados al 1,5% del registro electoral y eliminar la facultad de designar autoridades que tiene el Cpccs.

Le siguen la incorporación de un subsistema de protección hídrica al Sistema de Áreas Protegidas y compensaciones a las comunidades por su apoyo a los servicios ambientales. Quitar algo del talante utópico de muchos aspectos de la Constitución vigente es parte de lo que inspira al referéndum. Sin embargo, apuntan las preguntas a reformas que obligan a reescribir, no pocos principios.

El referéndum, de por sí, clama por acuerdos. Rectificar o dejarse convencer es lo que más les cuesta a quienes tienen interés en que alguna verdad no prospere. Frente a ciertos radicalismos delirantes, bien de un extremo, bien del otro, el tiempo y los hechos determinarán el alcance de esta solución de urgencia. En tiempos de crisis, como los actuales, los líderes de un país deben estar a la altura de las circunstancias.

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