La consagración de Messi

Italo Sotomayor Medina

Italo Sotomayor Medina.

Así tenía que terminar la historia para el mejor de la historia. ¿O todavía le queda duda que Messi es el mejor de todos los tiempos? El fútbol, como casi todo, es cuestión de gustos; sin embargo, creo que existe un consenso mundial frente lo que el rosarino significa para el deporte. Verlo con la copa del mundo en sus manos, es la consagración que merecía como jugador y como argentino.

La de Messi es una historia que se repite mucho en el fútbol: niñez con pocos recursos, barrio marginal y demostración de talento a temprana edad. Pero, además, es una historia de migración, adaptación cultural y conquista. Ni qué decir de su enfermedad y el tratamiento que solo pudo encontrar abandonando su país. Para él fue mejor así; la vida nunca se la puso fácil, pero él fue gambeteando su suerte.

Es que Messi nació con la 10 y la banda de capitán puesta. Puede que no sea lo que se espera en un futbolista argentino: no es boquillero, farandulero o políticamente incorrecto. Nunca le agradó la idea de serlo; tan solo es un líder diferente y sus compañeros más jóvenes así se lo reconocen. Mire cómo le entregan la pelota o cómo lo defienden tras una agresión del equipo rival. Lo protegen como lo que es, un patrimonio nacional.

Hace casi una semana Messi superó a Maradona. Sobre sus hombros ya no pesa deuda alguna, lo inventó y lo ganó todo. Como bien dice Pelé, “el mejor regalo que recibes en una victoria, no es la copa, es el alivio”; y ahora Messi lo sabe. ¡Que lindo es el fútbol! Pero ahora es aún mejor sabiendo que Lionel es campeón del mundo.

@ItaloSotomayor

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