José Alvear
A la larga lista de precandidatos a la Presidencia del Ecuador, se suma un nuevo nombre: Leonidas Iza. Aunque parezca increíble, este anarquista se quiere disfrazar de demócrata y aspira, de la mano de la Conaie, a sentarse en Carondelet tras el proceso electoral que se viene.
Pero, revisemos su trayectoria y la capacidad que tendría para asumir las riendas del país. Iza no entiende de tolerancia, ni de gobernar para todo el Ecuador, porque es un personaje que públicamente ha demostrado que si algo no va acorde con su obtusa visión, está dispuesto a quemarlo todo y tomar acciones violentas, sin importar las consecuencias. Recordemos que convocó a las violentas protestas de junio de 2022 que, tras 18 días, dejaron pérdidas de unos USD$1.000 millones de dólares para los ecuatorianos.
Este hoy precandidato es el mismo que exigía estupideces como poner subsidios a los combustibles, una acción totalmente antitécnica. No pensó en el déficit que sus exigencias le generan al país.
Ahora, en épocas electorales y con intereses claros, se pone el traje de demócrata y trata de vendernos su mejor cara, pero lo primero que señaló el abanderado del retraso es que, durante su campaña, solo se enfocará en problemas reales como la falta de producción y lo que pasa con el campesino. Si es coherente, entonces diríjase a la UPC más cercana y entréguese a la justicia, pues el principal problema a neutralizar para evitar que el país deje de producir es precisamente él y su afán de caotizar al país y de incendiar ciudades. Debería hacerlo por todos los desastres que ocasionó en Quito, entre otras barbaridades. Así facilitaría que un verdadero estadista llegue al poder. Lo importante sería que lidere al Ecuador con ideas de progreso y globalización, que busque una energía de transporte a gas, mas no en que el Estado subsidie energía sucia como el diésel.
Ahora, no todo es negativo con la precandidatura del incendiario Leonidas Iza. Lo bueno es que este personaje representa a una tendencia radical de la izquierda recalcitrante del Ecuador, lo que dividiría la votación al partido del prófugo de Bélgica. Esto, probablemente, le resta oportunidades de llegar a una segunda vuelta electoral.
Hoy en día los países más prósperos no son los más grandes y mayores productores de recursos naturales. Los países libertarios son los más ricos y prósperos del mundo. Veamos a Suiza, Japón, China y Singapur, que tienen políticas de Estado que incentivan la creatividad del ser humano, que es quien termina produciendo valor agregado y servicios que las personas necesitan adquirir o comprar. ¡El libre mercado es el camino! Es la más antigua organización de intercambio comercial desde la existencia misma del hombre.
Solo una economía de libre empresa puede generar un nivel de vida más alto donde los ciudadanos con sus trabajos o vías de generación de ingresos podrán sentir que disfrutan de los beneficios de la libertad total. Avancemos hacia ese rumbo con menos Estado y más libertad.