Lasso en la ONU

Italo Sotomayor Medina.

Inadvertido, irrelevante y apático; así fue el discurso de Lasso en la ONU, ante una sala vacía, sin representantes diplomáticos que quisieran escuchar lo que poco o nada que tenía para decir. No los culpo, no solo que iban a escuchar a un presidente saliente, sino que también, a uno que goza de nula popularidad y simpatía en su país. ¿Qué influencia puede tener un gobierno como el de Lasso en la discusión de los temas más apremiantes para la comunidad global?

Lasso compareció ante la ONU el pasado 20 de septiembre, pero adoptó un discurso propio de un 24 de mayo. No solo eso, también se confundió de Asamblea. Olvidó que estaba frente a la Asamblea General de la ONU y no frente a la Asamblea Nacional ecuatoriana. Esta no era la ocasión para ‘rendir cuentas’ sobre su mandato, ni justificar sus desaciertos frente a la inseguridad. Era el momento para proponer la forma en la que la comunidad internacional puede comprometerse en temas tan sensibles como la protección del medio ambiente, la delincuencia transnacional y la migración. Siendo su último viaje oficial, lo utilizó como herramienta para satisfacer su vanidad.

Lasso nos hizo recordar que nuestra presencia en la ONU, es minúscula y hasta intrascendente. Seguro algunos dirán que nuestra actual participación como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de dicho organismo, demuestra exactamente lo contrario. Sin embargo, la política internacional del país, merece un giro distinto y una dosis más alta de seriedad. Lo que no entiende Lasso y aparentemente nadie de su gobierno, es que el manejo de la política interna, tiene plena repercusión en lo que otros Estados piensan de nosotros. El Ecuador de hoy, manchado de sangre y corrupción, no es un buen augurio para las relaciones diplomáticas, ni un modelo a seguir en lo que a políticas públicas se refiere. ¿Cambiará esto con el próximo gobierno?

@ItaloSotomayor
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