¿Cuánto durará la luna de miel del Gobierno?

Italo Sotomayor Medina.

Cada nuevo inquilino de Carondelet tiene un período de ‘luna de miel’ con la ciudadanía. Es comprensible que el gobierno entrante requiera de un tiempo considerable para seleccionar a su equipo de trabajo y conocer de forma cercana el país que recibe, para luego poner en marcha su plan de trabajo prometido en campaña. La esperanza de tener un mejor presidente que el anterior, junto con el relevo generacional que se propone desde el Ejecutivo, hace que la ciudadanía esté dispuesta a otorgarle unas cuantas semanas de calma y pocos reclamos.

Esa ‘luna de miel’, en el caso de Noboa, seguramente será bastante corta, básicamente por dos razones: 1) porque las muertes, robos y extorsiones no se han detenido; y, 2) porque la gente sigue desempleada y sin dinero en sus bolsillos. Es tan grave la crisis del Ecuador y tan corto su mandato, que no solo que no habrá tiempo para un gran proceso de adaptación, sino que hace falta un grado más alto de acción para empezar a atender lo que la ciudadanía tanto reclamó por más de dos años a Lasso y que le terminó siendo endosado a Noboa.

El ‘período de gracia’ que simbólicamente se le ha otorgado a Noboa, se irá con el 2023. Es imposible que iniciando el 2024, la ciudadanía siga respondiendo de igual forma como hasta ahora. Las muertes, incluidas las de cuatro inocentes niños, son escenarios sobre los cuales se espera que el gobierno, por muy nuevo que sea, actúe de forma contundente. ¿Y el Plan Fénix? Hasta ahora nada, aunque se promocionó en campaña y se dijo que contaría con nuevo y mejor equipamiento para la fuerza pública, no hay pistas de su ejecución. Sobre aquello, el presidente no ha pasado de decir que ya se está implementando y que será ‘bonito’. No vaya a ser que, muy al estilo de Lasso, el referido plan de seguridad, tan solo sea un folleto que nunca verá la luz y que tampoco dará resultados.

La gente puede esperar unas semanas más y distraerse a propósito de la Navidad; sin embargo, eso no hace que su temor disminuya, que la migración continúe su curso y que se sienta desamparada en esa especie de estado paralelo que ha creado el crimen organizado. No hay tiempo que perder, los esfuerzos técnicos y humanos del nuevo gobierno, muy a pesar de su reciente selección de nuevas autoridades, deben iniciar el año retomando el control de las ciudades en donde la delincuencia no está dispuesta a ceder. De otro modo, la actual ‘luna de miel’ se traducirá en desesperanza y escaso respaldo. Veremos.

@ItaloSotomayor
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