Incertidumbre

Rodrigo Santillán Peralbo             

A pesar de las encuestas que pueden proporcionar valiosas informaciones, a medida que se acerca el 15 de octubre, aún existe incertidumbre sobre el futuro inmediato del Ecuador, ya que nadie sabe quién gobernará al país, si la candidata del correísmo Luisa González o el poderoso empresario Daniel Noboa. Quien resulte elegido o elegida se convertirá en el décimo sexto presidente, desde el fin de las dictaduras iniciadas en 1970 por Velasco Ibarra.

La incertidumbre se acentúa debido a la crisis económica y la deuda externa que ya sobrepasó los $48.129 millones, según cálculos efectuados en febrero de este año. Tan mal administrado ha estado Ecuador que le debe $24.268 millones a multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y CAF. Bajo estas realidades el pueblo regresará a las urnas en momentos en que se agudiza la crisis social y política en medio del incremento de la violencia y de la pobreza que golpean con inusitada dureza a los sectores más desprotegidos y vulnerables.

El pueblo que es víctima histórica de todos los gobiernos, acudirá a las urnas y elegirá a quien crea que gobernará a su favor o a quien haya despertado sus simpatías, sin que importe ninguna ideología o experiencia, simplemente, porque carece de educación política o porque a las clases dirigentes les conviene esa realidad.

En todo caso, cualesquiera que resulte elegido, estará en funciones solo hasta 2025, año en el que se completará el actual período gubernamental. Entre tanto, la incertidumbre continuará y este país seguirá de tumbo en tumbo que incide, directamente, en su desarrollo socioeconómico gracias a la aplicación de la “muerte cruzada” e inutilidad de las fuerzas progresistas.