Acciones de retraso

Franklin Barriga López

En sectores productivos de Bolivia, asentados en Santa Cruz, motor económico del país, han sido señalados hechos que impiden el adelanto.

El Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), que agrupa a sectores agropecuarios, industriales, comerciales, turísticos, exportadores, entre otros, en su análisis de la realidad actual, dio a conocer, mediante informe ampliamente difundido, la incidencia de los conflictos internos para la economía, especialmente.

Gory Rodríguez, gerente general del IBCE, frente a los 146 puntos de bloqueo y 163 días de afectación a los emprendedores, producidos entre enero y agosto del año en curso, ha manifestado que el daño económico es cuantioso y que la pérdida de imagen, irreparable. Se ha referido a los bloqueos de dos principales carreteras, cuyas pérdidas ascenderían a diez millones de dólares al día y que el daño es mucho mayor, si se analiza el lucro cesante, entre otros indicadores que alcanzan a productores, transportistas, comerciantes, prestadores de servicios, comercio exterior, consumidores y, obviamente, trabajadores.

“El más perjudicado es el país en pleno que, pese a tener todas las condiciones para progresar, va en retroceso por estas interrupciones, causadas por pocos y que afectan a millones de personas” (EFE), ha manifestado Rodríguez, a la vez que “demandó a las autoridades sancionar a quienes afecten los derechos al libre tránsito y al trabajo”.

Estas acciones, que llevan únicamente al declive, son realizadas por grupos plenamente identificados, que viven de paros y huelgas, la confrontación permanente, oposición a todo y hasta destrucción de bienes públicos y privados, responden a consignas e intereses de diversa índole, sin importar, en realidad, el bienestar y la prosperidad.

Solamente en atmósfera de concordia, trabajo, respeto al derecho ajeno como lo indicó Benito Juárez, se puede adelantar.