El calor nos va a matar

Lorena Ballesteros

La advertencia de que el cambio climático será una de las principales amenazas para las futuras generaciones dejó se ser eso, una advertencia. La ola de calor que han enfrentado varias ciudades en distintos continentes ha elevado la alarma. Especialmente después de que la Tierra registrara, durante los primeros días de julio, un incremento en la temperatura de todo el planeta, con cifras superiores a los 20 grados Celsius. Actualmente, la peor parte la lleva el hemisferio norte. Hermosillo, en el estado de Sonora, en México llegó a los 50 grados Celsius. Y a pesar de que, en esa zona árida, el calor es una constante, lo de hace una semana llegó a ser insólito.

Europa también atraviesa su propia ola de calor. Ya dirán los lectores que eso es común en esta época. Sin embargo, los episodios se hacen más frecuentes e inusuales. Si bien, el sur de España y Francia están habituados a estas temperaturas extremas, ahora también afecta a Alemania y Polonia. Quienes peor lo pasan son los ciudadanos de lugares con poca arborización y mucho asfalto.

El calentamiento del mar también preocupa. Alejandra Borunda de National Geographic escribió hace unos meses “parece como si los mares del mundo tuvieran fiebre”. La quema indiscriminada de combustibles fósiles, la tala indiscriminada de bosques, entre otras actividades, han incrementado las temperaturas. Los científicos aseguran que la parte superior de los océanos están un 24% más calientes que en otras décadas. ¿Qué consecuencias tiene? Pues que la vida marina, que en su mayoría vive cerca de la superficie se aleje hacia zonas más profundas o que muera. También que se generen tormentas más fuertes, como hemos visto que ha sucedido en Guayaquil, Manta y otras ciudades de la costa. Asimismo, se incrementa la probabilidad de huracanes.

Si quieren entender mejor por qué el calor nos puede matar, recomiendo el libro ‘The Heat Will Kill You First’ del periodista experto en el cambio climático Jeff Goodell. En su texto narra experiencias aterradoras, como la de la familia californiana (madre, padre, bebé de 1 año y perro) que en el verano del 2021 salió de caminata por Sierra Nevada y días después fue hallada sin vida. La explicación: fallecieron de hipertemia y deshidratación. No sucedió en el día más caliente del año, pero sí en un día en el que el cambio de temperatura fue repentino. Cuando el calor azota al cuerpo, no hay tregua. Por lo tanto, hay que estar prevenido antes de que muramos de calor.