Ecuador peligrosamente inestable

El país se está enfrentado a una peligrosa inestabilidad política y social que pronto podría desembocar en el caos.  

Por un lado, tenemos a la crisis carcelaria y a la criminalidad que mantienen en jaque a las mal llamadas autoridades, quienes no logran poner orden y más bien dan cuenta de que Ecuador está a la deriva. Es evidente que el estado de excepción decretado por el Ejecutivo no pasa de ser un mero anuncio que en el fondo resulta incapaz de devolver la paz a los ciudadanos que ven cómo no paran los asesinatos en la calle y cómo los criminales se salen con la suya.

A todo esto, debemos añadir la grave crisis institucional que estamos viviendo entre el Legislativo y el Ejecutivo; una crisis que lejos de apaciguarse sigue escalando de fuerza e intensidad. Hoy no es para nada descabellado afirmar que entre Lasso y la Asamblea ha empezado una carrera para ver quién logra destituir primero a su adversario.

Se trata de un verdadero caos político y social que en los próximos días podría empeorar a causa de las manifestaciones anunciadas por los indígenas, quienes también han decidido subir el tono del enfrentamiento político. 

Demasiada inestabilidad que no conviene a nadie, pero no hay institución, organización o líder político capaz de poner orden y hacer que triunfe la sensatez. Se sigue diciendo que la culpa es de otros, pero no se toman acciones para solventar las necesidades de la mayoría de la población; esta, dicho sea de paso, cree que la culpa es de Moreno y pronto podría empezar a creer que el actual mandatario no está haciendo lo suficiente.

La gente espera un gobierno que pueda enfrentar y solventar la grave crisis que vivimos, pero percibe que se están tomando demasiado tiempo como para dar las soluciones, que las cosa siguen igual o peor que hace un año. Estamos sentados sobre una bomba social que está lista para explotar, pero nadie parece querer hacer nada al respecto. Más bien, siguen ignorando los problemas y postergando las soluciones, como si lo que más tuvieran es tiempo. No entienden que el tiempo ya se acabó con el gobierno de Moreno. No habrá 4 años más de aguante. Ha llegado el momento de dar soluciones o dejar que otros lo hagan.