Eduardo F. Naranjo C.
Ningún humano racional desconoce la necesidad de proteger a la Madre Naturaleza que nos sustenta y protege, sin embargo hay temas que se vuelven rentables y especulativos como la consulta para prohibir la explotación petrolera en el Yasuní, que tiene una década alimentando la economía nacional con producción técnica responsable.
“La consulta debió hacerse antes de iniciar la explotación en la zona”, sostiene el ingeniero Marco Vinicio Rivadeneira en un artículo publicado en la Revista Semanal 78 de este diario. Análisis que verifica todos los ángulos del tema, se aprecian concreciones y es una narración objetiva y estructural que merece la pena conocer para tomar una decisión adecuada en la que participaremos todos, esto a fin de evitar errores que tiempo atrás ocurren por culpa de los que dijeron tener respuestas a los complejos problemas que adolece el país pero sin alcanzar resultados.
De lo revisado sobre el tema, esta es la mejor respuesta para alcanzar criterio y tomar la decisión correcta, pregunta que se debió hacer antes de que el Estado invirtiera todo un esfuerzo económico en el proyecto.
Cada paso errado sobre decisiones políticas nos conduce al deterioro. Parecemos ser víctimas de nuestro propio destino, donde los dioses se ríen de nuestras estupideces, que se reflejan en todas las plataformas de la red, donde cada fulano o fulana escribe lo que se le ocurre inventar y, como hay una inocencia crédula, caemos de trampa en trampa.
La Amazonía fue transformada positivamente por el petróleo, las comunidades nativas pasaron del remo al motor fuera de borda, uso de avionetas, carreteras, educación y servicios, pero medran los verdaderos depredadores de la selva que talan árboles y mineros sin técnica alguna que contaminan suelos y agua, y no reportan beneficio para las comunidades, asuntos que se deben controlar radicalmente.