Farándula política y narconovela

César Ulloa

Los casos Metástasis y Purga compiten con las narconovelas, como “El Cartel de los Sapos” y “La Reina del Sur”. La realidad rebasó las posibilidades de imaginación de cualquier ciudadano, incluso de aquellos que son considerados mal pensados. Este culebrón desnuda, diariamente, la relación incestuosa entre la política y el crimen organizado, en donde se cuela también el mundo del espectáculo y se observa la presencia de ciertos medios que sirven de parlantes para los delincuentes.

Como se puede notar, el cóctel es explosivo: política, crimen organizado y farándula, los ingredientes actúan juntos y revueltos. La consecuencia de este fenómeno es previsible: infiltración de la mafia en el Estado, expresada en el debilitamiento concertado de las instituciones, sobre la base de un objetivo claro. Nada tiene que funcionar para que reine el caos y la incertidumbre, además de amplificar el miedo. Aquí, sobrevive el más avezado en detrimento de una ciudadanía mayoritariamente honesta, pero indefensa y nunca bien representada por la clase política, a pesar de las excepciones.

Los efectos más inmediatos de un narcoestado en condición de crisis económica son dos: el crecimiento de la migración, y una niñez y juventud asediada por el dinero fácil de la industria del narco, a cuenta de no tener empleo ni posibilidad de inserción en el mercado laboral. Estamos perdiendo a una juventud, quien es la reserva generacional pero también la heredera de un país en permanente crisis. Un país sin proyecto deja de ser un destino de vida.

Por el otro lado, está un país rico, biodiverso y generoso que constantemente nos anima a no perder la guerra, a reinventarnos después de cada crisis y salir adelante. Ese mismo país que es bendecido por la naturaleza, pero mal administrado por los gobernantes de turno. Salir de la narconovela no es fácil, pero tampoco imposible. Las rutas de la droga deben cambiar por los caminos de la honestidad, la justicia, la educación y un acuerdo de salvación nacional en términos de plantear un cambio para ahora, mañana puede ser tarde.