Eutanasia y mar adentro

César Ulloa

Ecuador es otro país al haberse dignificado la vida de las personas que decidieron por el buen morir, debido a condiciones de salud catastróficas que, en algunos casos, se produjeron por infortunios y en otras por una vida a mar adentro, como una especie de naufragio desde el nacimiento. La protagonista, dolorosamente más visible, fue Paola Roldán quien logró de la Corte Constitucional el derecho a la eutanasia el siete de febrero. Esta guerrera hizo batalla desde una cama sin que pudiera moverse físicamente, pero alterando el estatus tradicional de las convicciones y las creencias de millones de personas. Esta mujer vino de otro mundo para abrirnos el corazón y alimentar la empatía por cientos de personas y sus familias.

Cuando el caso de Paola había llegado al clímax de la discusión en la esfera pública, había retrocedido en el tiempo al año 2004. El cineasta Alejandro Amenábar nos presentaba una de sus mejores películas, ‘Mar adentro’. Esta cinta fue protagonizada, magistralmente, por Javier Bardem, Belén Rueda y Lola Dueñas, quienes dramatizaron hechos reales de quien fue Ramón Sampedro, tetrapléjico que luchó por ganar una batalla legal en España para que se permitiese la eutanasia. Bardem, quien hizo las veces de Sampedro, nos muestra con crudeza, ternura, ira, impotencia e inteligencia la vida de alguien que anhela morir. Los últimos deseos de la vida del protagonista son la muerte, paradójicamente.

Siempre me pregunté por qué no se respetaba la decisión de las personas que quieren partir, porque no pueden cargar con su dolor y el conteo regresivo diario, que además sobrepasa a sus familias. También me interrogaba si estábamos preparados para asumir nuestra partida y la de nuestros familiares por decisión propia. Y si bien nadie nos prepara para el buen morir, Paola Roldán se adelantó y con enorme gallardía abre un espacio para valorar más la vida y dignificar la condición de miles de personas que padecen enfermedades inimaginables por las dosis de sufrimiento. La decisión de la Corte contradice la realidad del país que vivimos y tenemos, enhorabuena.