Cáncer y metástasis

César Ulloa

El caso Metástasis nos pone frente al espejo de cuerpo entero como país con el peligro que se confunda el todo con la parte, pues la mayoría de la población es honesta, suda la camiseta para ganarse el salario y apenas le alcanza para cubrir la canasta básica. Son, más bien, un grupúsculo de delincuentes disfrazados de políticos y otro tanto travestidos de autoridades que nos hacen quedar mal, impregnan el ambiente de hedor, provocan náuseas y generan repudio ante tanta descomposición, impunidad y sinvergüencería.

Este cáncer ya fue diagnosticado en su momento por el doctor Francisco Huerta Montalvo. Había dicho que en Ecuador se instaló la narcopolítica como resultado de su participación en la comisión que investigó el bombardeo colombiano al campamento de las FARC ubicado en Ecuador, en donde murió Raúl Reyes, segundo a bordo de la guerrilla. Es decir, el riesgo de metástasis fue subestimado, intencionalmente. Nunca se tomaron las medidas correctivas por parte del gobierno de turno. ¿Por qué? Ahora, la película se va aclarando. Con los años, la presencia del crimen organizado se convirtió en secreto a voces y corrió su fama por las redes con vertiginosidad y de manera caudalosa.

Huerta murió cumpliendo su deber ciudadano y ahora el costo de la narcopolítica es incalculable, dolorosamente. Apenas se comienza a conocer unos pocos tentáculos, porque no sabemos hasta dónde lleguen, dónde pueden estar incrustados otros y quiénes cuidan de este bicho. El caso metástasis toca la fibra más profunda del tejido social, pues pasamos de un país pacífico a otro infiltrado por el crimen organizado con representación en varias funciones del Estado como demuestran las pruebas presentadas por la fiscal, Diana Salazar.

No se trata de taparse la nariz para evitar el olor a podredumbre, sino de atreverse a ver dónde está su origen, quiénes lo producen y qué persiguen. Esto apenas inicia y no sabemos todavía el costo social, político y económico. Debemos estar preparados para una caída de máscaras a todo nivel, en todos los sectores y lugares.