Ayllu, solidaridas y reciprocidad

Con el cambio de gobierno la presencia de los indígenas ha tenido realce, al parecer se ha establecido un vínculo prometedor entre el presidente Lasso y buena parte de las organizaciones y comunidades.

El problema de niños del área rural que más se menciona en declaraciones y comentarios es la desnutrición crónica y sus consecuencias en su desarrollo orgánico y mental. Según Unicef, 1 de cada 2 niños indígenas la padece y 4 de cada 10 presentan anemia. La aplicación de los principios del ayllu inca, que por algunos siglos estuvo vigente en Ecuador, podría abrir un camino para resolver este grave problema.

Solidaridad y reciprocidad fueron los motores que afianzaron los vínculos entre las familias miembros. Todos acudían a ayudar a familias y personas en problemas, a ancianos y enfermos, construcción o reparación de vivienda, trabajo del campo. El o los beneficiados estaban listos para, a su vez, colaborar en solucionar problemas de otras familias, esa era la reciprocidad.

Pensemos en una tarea de todos los días, cocinar el almuerzo. En una pequeña comunidad de 20 familias, 120 personas, se encienden 20 cocinas o fogones y la madre tiene, además, otras tareas: participa en el cultivo de la parcela, cuidado de los animales. En muchos casos el marido está ausente porque va a buscar trabajo en la ciudad. Bien podría aplicarse el principio de solidaridad estableciendo turnos rotativos entre mujeres y hombres para que preparen las comidas para toda la comunidad en una sola cocina. La instalación de cocina y comedor comunales sería financiada por el gobierno. Una ventaja adicional sería que un pequeño grupo de profesionales visite constantemente a las comunidades para instruirlas en nutrición, salud y verificar que observen las enseñanzas.

El retorno de esta inversión sería alto. Según la ONU, el costo de la malnutrición representa un 4,3% del PIB de Ecuador por gasto excesivo en salud, educación y pérdida de productividad. Por cada dólar invertido en la primera infancia se recuperan $ 17. Igual tratamiento puede darse a otras actividades de las familias. Solidaridad y reciprocidad también son características del kibutz israelita; este es un tema para otro artículo.