23 Años de Dolarización

Diego Andrés Almeida Cevallos

La frágil memoria de los ecuatorianos y el cambio generacional obliga a recapitular sobre el proceso de dolarización en Ecuador y los beneficios derivados del mismo. Érase el año 2000, el sucre, moneda ecuatoriana de aquella época, se depreciaba aceleradamente. En solo una semana la cotización del dólar pasó de 7.000 sucres a 19.000. El entonces presidente Jamil Mahuad, decidió deshacerse del sucre y establecer el dólar de los Estados Unidos de América como moneda de circulación oficial en el territorio nacional. La controversial pero acertada decisión ha hecho del Ecuador un país más próspero y estable.

De acuerdo con cifras del Banco Mundial,  en el año 2000 la inflación del Ecuador llegó al 91.1%; en el año 1995 la misma se encontraba en el 22,9%. Para el año 2002, la inflación llegó al 12,5% y para 2004 en 2,7%. Con respecto a la inversión extranjera directa, entendida como la entrada neta de capital (% del PIB), en 2000 Ecuador registró una cifra negativa de 0,1% , fenómeno que no había ocurrido desde el 1975 tras la destitución de Guillermo Rodríguez Lara, quien venía liderando el Gobierno Revolucionario Nacionalista de las Fuerzas Armadas.

A priori, la medida fue devastadora para muchos hogares en el territorio nacional. Los primeros días de instauración de la nueva moneda estuvieron marcados por un descontento generalizado y por protestas, que pusieron fin a la presidencia de Mahuad. A pesar de todo lo sucedido y la oposición al cambio de moneda, 23 años después tenemos una economía fuerte y el debate sobre la desdolarización es casi inexistente.

Quizás uno de los más fervorosos opositores a la dolarización fue el economista Alberto Acosta. Este personaje tuvo una frase irónica con la cual se desmoronó su teoría contraría al uso de dicha moneda cuando dijo: «Hay más confianza y fe en el dólar que en la santísima trinidad». Utilizando sus propias palabras, es de vital importancia mencionar que la popularidad de la moneda y la marcada disciplina que conlleva su uso por parte del gobierno central, han sido elementos clave para la estabilización de la economía durante las crisis políticas, económicas y de salud que ha vivido el país durante los últimos 23 años.

En cuanto al Riesgo País, este no es nada más que la diferencia entre la tasa de interés que pagan los países y aquella que paga el Tesoro de los Estados Unidos en papeles que tengan los mismos plazos y condiciones. La especulación que se produce, fruto de la revisión del Riesgo País, afecta a la industria y al gobierno nacional ya que los bonos presentes en el mercado, los préstamos sujetos a cambios de tasas y los nuevos compromisos de deuda podrán ser sujetos a cambios sin que haya una correlación directa entre el riesgo del proyecto que se quiera financiar, y el supuesto riesgo país. Dicho esto, cabe mencionar que la estabilidad fruto del uso del dólar, ha evitado fluctuaciones mayores a las históricas de dicho indicador.

Finalmente, en el año 2023, Ecuador y Panamá, dos de las economías dolarizadas del hemisferio, tuvieron inflaciones muy por debajo del promedio. De acuerdo con INEC, la inflación anual del país fue de 3,74% en un año marcado por inflación campante en el mundo entero. La pandemia y sus secuelas económicas hubiesen sido más difíciles de superar si nuestra economía siguiese en sucres.