Milica Pandzic
Si no cuidamos de nosotros mismos, nadie más lo hará por nosotros. Si bien podemos tener la suerte de contar con personas que nos quieren, que nos protegen y que nos cuidan, la responsabilidad de nuestro propio cuidado solo puede recaer en nosotros mismos. Finalmente, somos quienes mejor conocemos nuestras propias necesidades y nuestras metas, y por tanto somos las mejores personas para poder trabajar respecto a ellas.
El autocuidado es un concepto que ha ganado popularidad en los últimos años, resultando en un cambio de paradigma: priorizar nuestro bienestar no es un acto egoísta, sino una necesidad para desarrollar nuestro potencial y ser completamente funcionales con el mundo que nos rodea. Estar bien con nosotros mismos también nos permite mejorar nuestras relaciones con los demás y estar prestos cuando alguien más requiere de nuestra ayuda.
Debemos ver hacia nosotros mismos y entender qué nos hace bien, qué nos hace mal, en qué debemos cambiar y qué hábitos debemos mantener para seguir caminando hacia la persona que queremos ser; olvidando las expectativas que otros pudieran tener sobre nosotros. Esto requiere de tiempo y de reflexión individual —algo cada vez más difícil de lograr en un mundo que demanda de nuestra atención constante—.
Y es que, justamente, el primer paso del autocuidado es poner límites a lo que no nos permite crecer, lo que exige de nuestra atención sin darnos algo positivo a cambio. Reevaluemos nuestros días y nuestros horarios, digamos “no” más a menudo, y comprometámonos con nosotros mismos a hacer lo que finalmente nos hace felices. Que este 2023 sea un año en el que podamos crecer, gracias a la decisión de cuidar de nosotros primero.