Debido al avance de la erosión regresiva causada por el río Coca y su impacto en los oleoductos, la producción petrolera en Ecuador ha caído a menos de la mitad —poco más de doscientos mil barriles—.
Se ha optado por limitar la producción y pronto la capacidad de almacenamiento llegará al límite; habrá que apelar a la importación de combustible. Aunque se esperan soluciones parciales en los próximos días, pasarán varios meses antes de que concluyan las obras necesarias —bajo el supuesto de que no surgirán nuevos imprevistos y que la erosión del río permanezca ‘bajo control’—, con un costo millonario para el país.
Pudo actuarse con mucha más rapidez ante esta ‘guerra avisada’.
Mientras el gobierno toma dolorosas medidas para tratar de cuadrar sus cuentas y reactivar la economía, se pierden recursos por descuidos previsibles. Puede que haya ámbitos más sofisticados y políticamente rentables que el petrolero —con los que la clase política sí quiera asociarse—, pero basta una mirada a las exportaciones ecuatorianas y al origen del presupuesto del Estado para recordar la importancia que tiene dicho sector. ¿Qué se espera para darle la atención que demanda?
El ansiado capital, no llega; desde hace años, están pendientes numerosas reformas administrativas que permitirían incentivar las inversiones y, con ello, la producción. Nada de eso será posible si el sector no se vuelve prioritario.
FRASES DEL DÍA
«El arte es un resumen de la naturaleza hecho por la imaginación.”
Rachel de Queiroz (1920-2003), escritora brasileña
«Nada es peor ni más doloroso que la felicidad que llega demasiado tarde; te arrebata hasta el derecho a maldecir tu destino.”
Iván Turguénev (1818-1883), escritor ruso