Denuncia contra el obispo de Azogues

Extractos de carta dirigida al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural que puede ser consultada íntegramente en https://criticayopinioncultural.blogspot.com/2022/04/gravisima-denuncia-al-inpc-en-contra.html

De la catedral de Azogues, han desaparecido dos inmensas lámparas artísticas de 60 años, las cuales tenían un inconmensurable valor por su condición patrimonial. Los dos elementos integraban una gigantesca lámpara cuya fabricación fue obra del artista español Salvador Arribas en la década de 1960. El descomunal trabajo artístico fue elaborado para exornar el interior de la cúpula central de la Catedral de la Inmaculada Concepción en la capital azuaya pero colapsó luego de habérselo instalado en el referido domo central cayendo estrepitosamente al suelo debido a su inmenso peso, por lo que la lámpara fue desechada como adorno de la Catedral Nueva de Cuenca.

Ipso facto, la lámpara fue guardada en la curia arquidiocesana de Cuenca, debido a su gran valor artístico. Cuando la diócesis de Azogues fue erigida y su iglesia matriz se convirtió en catedral, monseñor Manuel de Jesús Serrano Abad decidió obsequiar a la diócesis de Azogues la gigantesca lámpara. La catedral llegó a contar con dos cúpulas dentro de las cuales fueron instaladas las dos partes de la enorme lámpara.

Sin embargo, por ignorancia y prepotencia, el actual obispo de Azogues, Oswaldo Vintimilla Cabrera, en un acto bárbaro que desdice de la majestad de su cargo, ha retirado en los pasados días las lámparas de las cúpulas de la catedral azogueña. Se trata de un atentado al patrimonio cultural de la urbe y solicito que el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC), conmine al obispo reponer y volver a colocar en sus originales sitios estos tesoros artísticos que, según información de la secretaria de la parroquia de la catedral de la capital cañarense, están botadas en el patio de la curia diocesana de Azogues.

Uno de los principios jurídicos que aprendemos en Derecho dice: «Dura lex sed lex»; significa «la ley es dura pero es ley» y su imperio no puede discriminar a favor de nadie.

Diego Demetrio Orellana