Amnistía a todos en el 2022

El 2 de agosto de 1810, después de la matanza de los patriotas, los soldados españoles salieron del cuartel gritando por las calles: “Venganza, nuestro capitán ha sido asesinado”. Los soldados furiosos corriendo por las calles asesinaban a cualquier persona que se les cruzara y el crimen y el saqueo reinaron. A la larga, habiendo los soldados gastado toda su munición, empezaron a volver al cuartel, algunos tan cargados de despojos que habían dejado sus armas sin saber dónde.

Recordando la historia, la loca historia, con los hechos ocurridos en octubre del 2019, el robo, saqueos, destrucción de la propiedad pública y privada, me acuerdo de los hechos del 2 de agosto de 1810 cuando los soldados de Arredondo como venganza salieron a las calles de Quito a robar, saquear y asesinar al que se les cruzaba. ¿Les parece que en el 2019 también hubo venganza u odio? Dejo esa pregunta en el aire para que cada uno de los lectores lo responda.

La diferencia, ¿o será semejanza?, es que en 1810 los soldados salieron de Quito sin recibir castigo alguno después de tantos crímenes; hoy los que robaron, saquearon, secuestraron y maltrataron a varias personas recibieron por parte de la Asamblea Nacional la amnistía. Entonces, ¿será que ahora envalentonados por una amnistía se sienten con el derecho a repetir los mismos actos vandálicos de 2019?

Los actos violentos muy probablemente continuarán mientras no se dicten leyes que los pongan fin, mientras no se cumplan las leyes, mientras haya gente que crea que la violencia es el camino, mientras existan jueces que caigan ante la corrupción, mientras todos no acatemos las lógicas normas de convivencia, mientras no razonemos, hasta que nos demos cuenta que las cosas hay que ganarlas trabajando y no esperando que nos regalen o que el gobierno de turno nos de un bono.

Xavier Jaramillo Almeida