Visiones

Al fondo de la población precolombina de Sua se alzan estos dos singulares picachos.
Al fondo de la población precolombina de Sua se alzan estos dos singulares picachos.

Las verdes pirámides de Sua

Desde Esmeraldas

En el perímetro donde está ubicada la precolombina población de Sua, al fondo, entre otras montañas, se levantan dos picachos de aspecto muy particular.

Si observamos su altitud, desde el aire, podemos apreciar de manera definida y exacta, los vértices donde convergen los cuatro lados rectangulares que forman las singulares montañas.

Por apreciación a simple vista llama la atención su gran similitud con pirámides y extrañamente no parecen de formación natural, y así, perfiladas por la luz solar y el verdor de los montes, nos hacen evocar a las colosales pirámides construidas por las grandes civilizaciones prehispánicas de Mezo América.

Recordemos lo sucedido en otros descubrimientos que, con el paso de los siglos, el polvo cósmico, la basura astral, los vientos que llevaron polen y las lluvias, sirvieron para recubrir los monumentos arquitectónicos de espesa vegetación hasta llegar al punto de parecer montañas, pero ciertamente, éstas son diferentes y contrastan entre todas por su configuración como apuntando al firmamento.

¿Pirámides o montes?

Leyenda regional

Según la leyenda regional sobre el drama romántico de la princesa Sua, se sostiene que en una de las montañas sagradas está la cámara donde se encuentran los cuerpos de los jóvenes amantes. Otros comentan que en ciertas ocasiones se escuchan extraños sonidos y luces intermitentes sobre las cúspides de las misteriosas colinas.

De todas formas, aparte de la leyenda y sus versiones, vale la pena averiguar el trasfondo y el contenido real de las empinadas montañas con apariencia piramidal, para evitar especulaciones y conjeturas. Empero, ¿realmente son pirámides recubiertas de vegetación a través de las centurias?

De cualquier manera, el atractivo lugar despierta una extraña sensación, una mágica visión de leyenda, una estupenda y maravillosa escena natural, como sustentos para promover el turismo en la región.

Faltaría que estas montañas tengan dueño, pues en este país de lo inverosímil hasta las áreas protegidas han sido vendidas a empresas palmicultoras y madereras. Las reservas y monumentos naturales, las montañas, los ríos, los depósitos acuíferos subterráneos y los mares son del Estado, como lo son también los tesoros arqueológicos y culturales, y por lo tanto, son patrimonio y derecho común de las comunidades nativas, pero con sentido universal.

Para la ciencia y el turismo

Por todo su contenido, las montañas deben ser estudiadas y exploradas por equipos especializados, para lograr desentrañar su enigmática apariencia, pues, si se trata de ciencia, de cultura o sencillamente un atractivo natural, vale incorporarlo como un nuevo sitio en el inventario turístico y declarar las Montañas Sagradas, como un símbolo emblemático, como una de las Maravillas Naturales de Esmeraldas y del Ecuador, con los respectivos circuitos turísticos y senderos para la peregrinación cultural con panorámico mirador marino, a favor del desarrollo de la legendaria parroquia de Sua, en el cantón Atacames al sur de la verde Esmeraldas.

Sobre las cimas de las mágicas colinas, la imagen de Sua se difumina entre la bruma del mar y sonríe complacida, pues el mito y la realidad es lo mismo aquí en la tierra de las esmeraldas, sólo están separados por un hilo sutil, en la puerta dimensional entre los mundos y el espacio infinito.

Los picachos llaman la atención por su gran similitud con pirámides y extrañamente no parecen de formación natural.
Los picachos llaman la atención por su gran similitud con pirámides y extrañamente no parecen de formación natural.
Playas del cantón Atacames, al sur de Esmeraldas, cercanas a la legendaria parroquia de Sua.
Playas del cantón Atacames, al sur de Esmeraldas, cercanas a la legendaria parroquia de Sua.