En la actualidad el uso de la tecnología ha cambiado drásticamente el modo de vivir de la humanidad, el internet como herramienta ha tenido un crecimiento incalculable, más en pandemia, cuando se produjeron situaciones antes no dadas, encuentros por videollamada, trabajo desde casa; la unión de países, negocios y familias se logró gracias a los medios tecnológicos.
El trabajo, estudio y actividad social están íntimamente ligados al internet, con la conexión podemos llegar fácilmente a reuniones, audiencias, negociaciones, seminarios y clases.
No debemos dejar lado la importancia del internet, al contrario, debemos verlo como realmente es, una herramienta muy necesaria para el crecimiento y desarrollo de los países, después de la pandemia muchas cosas van a cambiar de manera permanente.
El internet como servicio indispensable debe ser un derecho regulado, controlado y normado, puesto que su acceso debe estar garantizado sin restricción alguna, como se ha visto en los hechos recientes el uso adecuado permite mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
La agilidad en los trámites, la rapidez de la comunicación, el acceso a la educación reduciendo costos y distancias, el ahorro de procesos son entre muchas las ventajas del uso del internet, pero en la práctica encontramos muchas falencias, costos elevados, mala calidad del servicio, zonas rurales sin conexión, entre otras.
El papel del Estado es revisar tarifas y exigir calidad en el servicio, en la misma ciudad pese a las múltiples empresas que ofertan el servicio, encontramos quejas e irregularidades en locaciones más alejadas ni siquiera contamos con la cobertura, es por ello que muchos estudiantes no pudieron educarse en tiempos de pandemia.
El internet debe ser considerado un servicio público puesto que en todos los hogares y lugares de trabajo se requiere para operar, el Gobierno tiene un reto grande su regulación y control permitirá el crecimiento del país.