Ganadores y perdedores. Como en toda elección siempre habrá alguien que tras los resultados se ubique en uno de los dos lados. La elección de autoridades seccionales no es la excepción, pero en este caso en particular hay quienes dejaron sus cargos casi a la mitad del periodo, como los asambleístas, para buscar otras opciones ya sea en prefecturas o municipios. La suerte fue distinta entre unos y otrs para quienes jugaron sus fichas en este gran “ajedrez” político – electoral.
Entre los exasambleístas que seguirán en la escena como autoridades tenemos a Jorge Yunda (exPAIS) que alcanzó la Alcaldía de Quito, aunque por otro movimiento como es Unión Ecuatoriana.
En Esmeraldas, la exasambleísta socialcristiana Roberta Zambrano logró captar la prefectura que por mucho tiempo estuvo en manos de Unidad Popular a través de Lucía Sosa, que a su vez ganó la alcaldía de la capital provincial. Zambrano estuvo poco más de un año en la Legislatura antes de postularse para este nuevo cargo. Antes, en el 2014, intentó sin éxito llegar a la alcaldía de Esmeraldas.
Perdidos en el camino
En el otro lado de la moneda tenemos a Luis Fernando Torres (PSC). Renunció a su curul en la Legislatura y se postuló para la Alcaldía de Ambato, ciudad que ya había dirigido por dos periodos, pero esta vez los resultados no le favorecieron: quedó en segundo lugar.
Esteban Bernal, corrió con la misma suerte. Tras su breve paso por la Asamblea optó por buscar la prefectura del Azuay en una alianza entre CREO-Igualdad. Antes de las elecciones las encuestas le daban como ganador, pero tras el escrutinio se ubicó en tercer lugar. El prefecto electo de esa provincia es Yaku Pérez (Pachakutik), presidente de la Ecuarunari, lo que para algunos analistas fue sorpresa.
Quien intentó volver a un cargo de elección popular fue Lourdes Tibán, recordada por su paso en el anterior periodo legislativo, donde ponía “condumio” a los debates del pleno con sus frases mordaces y ocurridas que sacaban de casillas a los legisladores de PAIS, cuando esta agrupación aún no se dividía. Esta vez Tibán se postuló para la Alcaldía de Salcedo, pero los votos no le alcanzaron.
Los que regresan
Cléver Jiménez pasó de legislador (2009-2014) a perseguido político del correísmo, refugiado en la comunidad Sarayaku, y hoy es el flamante prefecto electo de Zamora Chinchipe. Pero esos no son los únicos cambios que ha experimentado la vida de Jiménez. Su época de legislador lo hizo bajo el auspicio de Pachakutik; hoy su nuevo cargo lo obtuvo alejado de ese movimiento y estuvo en la papeleta inscrito por Juntos Podemos.
En la misma región amazónica retorna a la palestra política Magali Orellana quien obtuvo un rotundo triunfo para la prefectura de Orellana por movimientos como Unidad Popular en alianza con movimientos locales. Fue asambleísta también de Pachakutik.
Con membrete prestado
El correísmo también tiene a figuras que retornan, aunque bajo un “membrete prestado”: Fuerza Compromiso Social, al que se acomodaron al no contar con un partido o movimiento propio reconocido por el Consejo Nacional Electoral. Se trata de Paola Pabón y Leonardo Orlando, ambos prefectos electos por Pichincha y Manabí, respectivamente. Pabon fue asambleísta por PAIS durante el Gobierno de Correa y ocupó otros cargos en esa época y al inicio del Gobierno de Moreno. Orlando fue el “hombre clave” de Rafael Correa en el Servicio de Rentas Internas, cargo en el que lo mantuvo Lenín Moreno por poco tiempo. (HCR)
Se quedaron con ganas de la reelección
° Algunos alcaldes y prefectos intentaron reelegirse pero la población les dijo “no”. Tenemos al alcalde de Cuenca Marcelo Cabrera, quien fue superado por Pedro Palacios, un joven empresario de la localidad que no aparecía entre los favoritos para ocupar el cargo. En Santo Domingo, el alcalde en funciones Víctor Quirola se presentó a la reelección, pero en las urnas le “arrasó” Wilson Erazo, al sacarle 53.795 votos de diferencia. En El Oro el prefecto Esteban Quirola no podrá continuar en el cargo al perder frente a Clemente Bravo.