La semana pasada un día antes de que el Prefecto de Cotopaxi, Jorge Guamán, realice la rendición de cuentas, una de las secretarias de la entidad recibió dos llamadas donde alternaban sobre la presencia de explosivos en la entidad, por lo que siguiendo los protocolos de seguridad la as oficinas fueron evacuadas y dieron aviso al ECU-911 sobre la posible emergencia.
Ante esta alerta desde Tungurahua llegó el Grupo de Operaciones Especiales (GOE) quienes realizaron una primera inspección en la edificación y no encontraron ningún objeto sospechosos, sin embargo, desde Quito llegó personal del Grupo de Intervención y Rescate (GIR) quienes con la ayuda de un perro detector de explosivos y el equipo necesario descartaron la presencia de algún explosivo.
Por el momento que se vive en la frontera norte, desde la Policía Nacional, hacen un llamado a la ciudadanía para que no realice este tipo de llamadas, ya que solo causan alarma en la población, además que después de detectar el número de teléfono e identificar al responsable se enfrentar a sanciones penales.
Israel Collantes, jefe coordinador de la sala ECU-911 de Latacunga, explicó que en lo que va del año se han registrado dos llamadas falsa sobre la presencia de explosivos en entidades del estado, la primera se registró en el Municipio de Salcedo y la segunda en la Prefectura.
Según establece el Código Orgánico Integral Penal (COIP) 346 por la paralización de servicios públicos la sanción que se aplicaría es una pena privativa de libertad de uno a tres años, mientras que el artículo 396 del COIP se sanciona a las llamadas falsas como una contravención de cuarta clase aquí la pena privativa de la libertad de 15 a 30 días.
El pedido que realiza el ECU-911 es que los ciudadanos se abstengan de realizar llamadas falsas y cuando exista algún objeto sospechoso o algún caso de emergencia deben dar aviso a las autoridades de control para que con los equipos especiales puedan dar a conocer si se trata o no de un explosivo. (MCH)