Por: CARLOS TRUJILLO SIERRA
No sé si comparar el pensamiento -todo lo que tenemos en el cerebro a nuestra instantánea disposición- con el rumiar plácido de las vacas a la sombra de los árboles o con la indescriptible nube informática que ni sabemos dónde está. Nuestro cerebro o pensamiento es capaz de a la menor señal saltar, localizar el dato, analizarlo, compararlo, asociarlo si es menester y presentarnos un nuevo dato integrado.
Leo en la prensa que tras 40 años -de pugna, tal vez- el camarón ocupa el primer lugar en la producción doméstica por sobre la producción bananera. Pero se olvidan o no investigaron que entre los años 1945 y 1955 el Ecuador y Panamá se disputaban el primer lugar con la producción mundial del camarón, cuando recién comenzábamos a sembrar banano. Nada realmente nuevo ni espectacular y tengo una asociación inmediata y recuerdo los datos históricos sobre el cacao. Dicen que atraviesa un mal rato. No será una fluctuación más, una mancha más o menos al tigre o al jaguar, como usted lo desee, no altera la tendencia histórica.
Hace 300 o 400 años antes del mal sueño de la RC, el cacao ecuatoriano (léase Guayaquil, Ventanas y Manta) ya era exportado al mundo. El cacao de arriba, fino aroma de primera calidad no podía entrar en los puertos que hoy son Colombia y Venezuela, Caracas con su producto de menor calidad lograba prohibir la exportación de nuestro cacao. Y nuestro cacao a pesar de las olas y los piratas salía de Guayaquil hasta el puerto oceánico de Acapulco en México. El cacao -ecuatoriano hoy- se vendía en el puerto de Manila en las Filipinas al otro lado del Océano Pacífico, o atravesaba la meseta mexicana para salir por el Caribe, La Habana y luego Cádiz, Londres, Ámsterdam, igual que hoy.
Osadía emplear la memoria para ocultar la verdad (o por lo menos falsearla) en las redes sociales y recordar que hay periódicos impresos, videos y audios. Recordemos la furia sacrosanta del Ministro de Policía persiguiendo y ofreciendo cárcel a los periodistas que denunciaban los primeros vuelos de las narco-avionetas mexicanas y las maletas de dólares. ¿Qué lucha hubo? Ninguna, un expresidente dice que compraron radares chinos para no controlar nada.