¿Qué pasó el domingo?

Las elecciones del domingo dejaron sentadas muchas verdades que políticos ortodoxos y pseudo-intelectuales no quieren entender.

Y es que el correísmo sigue siendo la primera fuerza política del país por méritos propios, mientras que la derecha sigue perdiendo por “méritos” propios.

Se tilda de ignorantes e incompetentes a los que votan diferente a su iluminada interpretación de la realidad mientras que en realidad los que ignoran son ellos.

Ignoran que durante la pandemia se abandonó a la gente con planillas de servicio duplicadas; ignoran que su clase política ha favorecido leyes para hundir más a la gente en la pobreza y en el desempleo; ignoran que durante la pandemia se extraviaron cadáveres de seres queridos o que, peor aún, se los dejó en estado de putrefacción en casas o calles; ignoran que ver cómo se vacuna a los amigos del gobierno en lugar de a la población en general, solo causa indignación y rechazo.

Pero lo que más ignoraron fue la pésima gestión de Moreno, que inevitablemente acabó también con sus aliados y que el pueblo, muy sabiamente, identificó con Lasso y con Nebot, quienes hoy deben ver, como autocrítica, sus resultados en Guayas.

Es claro que mientras Lasso y sus amigos intelectuales se felicitaban y alababan entre ellos dando clases de comunicación política y autoproclamándose jueces infalibles del bien y del mal, del otro lado hubo gente que trabajó para ganar estas elecciones. Este es el caso de Hervas, quien hizo una campaña innovadora pero, a la vez, muy profesional y estratégica. Y qué decir de Yaku, pelear el segundo puesto y a lo mejor pelear la segunda vuelta es un gran mérito suyo y de su partido.

Con Correa y Arauz se respetaron los pronósticos, pues el mismo Moreno terminó posicionando al correísmo. Se sabía que siempre estaban primeros, así como se sabía que Lasso nunca estuvo primero en ninguna encuesta seria.

Que los ‘maestros’ de comunicación política quieran convencer a la opinión pública de que los que llegan segundos van a ganar en segunda vuelta, ignora un aspecto fundamental, y es que nada está dicho sobre la segunda vuelta y, una vez más, ganará el que haga una mejor campaña pues siempre se trata simplemente de eso.