Como jornada normal calificó esta temporada, Luis Aguilar Chamba, gerente de Librería y Papelería “Aguilar Distribuidores”, cuando al reiniciar el año lectivo pasado era otro ambiente: con más clientela y ajetreo tanto en la sucursal, como en la matriz. Allí gustoso dialogó con La Hora a pesar de las restricciones por la emergencia sanitaria.
En la avenida Manuel Agustín Aguirre y Colón, el propietario atiende directamente al público, que pide -exclusivamente- lo necesario porque hay pocos recursos económicos, enfatizó, al explicar que la pandemia determinó incluso que hasta la fecha no se mejore la venta como sí ocurrió desde el 20 de agosto de 2019, al empezar el periodo escolar.
Oportunidades
Destacó que los textos de la editorial Prolipa (Colección Patito) se innovó y ofrece a más del libro el medio digital para que el educando pueda acceder desde el computador a la plataforma respectiva, dependiendo de la asignatura e institución académica.
No solo que las ventas disminuyeron significativamente, sino que también bajó la contratación de personal, porque apenas se reincorporaron 2 personas para esta oportunidad, cuando antes el empresario contrataba hasta 30 bachilleres para el despacho de material didáctico.
Condiciones
El reajuste de sueldos es otro factor que consideró Wilmer Leiva, gerente de Book Store, ubicado en la avenida Universitaria y Quito, como la causa para que la venta directa a estudiantes aún esté pendiente y prefirió indicar que aún es temprano para saber si la demanda se incrementará.
Dispone el servicio de entrega a domicilio, sus libros tienen carácter de cultura general y trabaja mediante pedido especial, aunque también dentro de la sala de exposición se observa a estudiantes preguntar por colecciones completas que también es su especialidad.
Book Store no teme a los libros electrónicos y más bien los asimila como una parte complementaria de los físicos, porque el público es diverso y múltiples son las peticiones que tiene por entregar desde esta empresa familiar, pese a los efectos de la pandemia que permitió consolidar algunos pendientes.
Ventas
La librería Romanguis, localizada en calle Ramón Pinto y 10 de Agosto, abre sus puertas de 08:00 a 20:00 con Ibety Correa (dueña) quien junto a Stéfany Encalada (hija) atienden al público, cuando el año pasado hubo hasta cinco despachadores en el establecimiento.
A las bajas ventas que no se reactivan sino desde el sábado anterior, pero en mínimo porcentaje, se debe sumar la preocupación por completar para el arriendo de 250 dólares al mes, y desde octubre volverá a cancelar 300 como lo hizo hasta febrero anterior, en cuyo intervalo aplicaron ciertos descuentos.
TOME NOTA
Material didáctico, obras literarias y ciertos útiles son la demanda actual a pesar de que empezó la escolaridad.