Escuelas rurales necesitan reconstrucciones para volver a funcionar

Entorno. En condiciones deplorables se encuentran las instalaciones de la Escuela Cuba, en la comuna Caldera, en el cantón Bolívar.
Entorno. En condiciones deplorables se encuentran las instalaciones de la Escuela Cuba, en la comuna Caldera, en el cantón Bolívar.

En Carchi se plantea la reapertura de al menos dos instituciones educativas cerradas entre 2013 y 2016.

Redacción CARCHI

El tiempo corre contrarreloj para habilitar las escuelas rurales para el inicio del año lectivo en septiembre de 2022.

Desde la Gobernación de Carchi informaron que al menos dos instituciones de la provincia volverán a recibir a cerca de 100 estudiantes. Lo harán tras casi una década de cierre, desde que el régimen de Rafael Correa decidió cerrarlas.

Yaco Martínez, gobernador carchense, enfatizó en que “el más grave problema que afrontó el país en el ámbito educativo fue el cierre de miles de escuelas rurales, en los últimos años, por parte de gobiernos anteriores”.

“Los efectos de estos cierres fueron y siguen siendo dramáticos, no solo para los niños, sino para los padres y madres de familia, así como para la comunidad que quedó abandonada, vaciada”. agregó al señalar que las familias deben incurrir en más gastos, porque tienen que pagar transporte y otros rubros en otras unidades educativas fuera de su territorio.

“Había familias que tenían que abandonar el campo y emigrar a la ciudad para darles educación a los niños, porque no tenían para darles transporte, en trayectos extenuantes”, puntualizó

Desmanteladas

Las infraestructuras de las escuelas quedaron abandonadas y saqueadas. Solo hay paredes, faltan techos, ventanas y puertas. Ahora hay que reconstruirlas para que vuelvan a funcionar en cada comunidad.

La necesidad de una gran  inversión económica es evidente, pues cada plantel educativo presenta distintas necesidades.

Por ejemplo, entre las dos instituciones que volverán a funcionar en septiembre de 2022, la Unidad Educativa Cuba, de la comunidad Caldera, en la parroquia San Rafael, del cantón Bolívar, necesita al menos $100.000 para la readecuación de aulas, mobiliario nuevo, muebles, equipamiento tecnológico…

A esto se suma la necesidad de asignar profesores a los planteles que volverán a funcionar, con más de un docente, para que al menos se garantice la continuidad educativa.

“Dejaron desmantelado todo, hay que reconstruirlas pero también hay que dotar de los docentes necesarios. Lo mismo vamos a hacer en Monte Olivo, en Urbina, donde estamos, así como en otros sectores, invirtiendo recursos para la reapertura, en diferentes montos. Muchas de las escuelas se encuentran en mal estado”, puntualizó Martínez.

“Se hace esto porque lamentablemente estaba abandonando el campo, por no tener oportunidades educativas, mientras otros se quedaban en casa por no poder recorrer las distancias, sin transporte ni recursos económicos para ir a las escuelas”, acotó.

Múltiples necesidades

Desde el Ministerio de Educación explicaron que la reapertura de las escuelas se da tras las peticiones de los habitantes de las comunidades donde fueron cerradas, tras diferentes evaluaciones para aprobar su intervención y funcionamiento.

“Hemos empezado un proceso en toda la provincia, para abrir algunas instituciones. El primer ejercicio ya lo hicimos en la zona de Pioter, donde ahora ya piden que se abra no solo el nivel básico, sino hasta el décimo año”, señaló el gobernador Yaco Martínez, evidenciando las necesidades de escolaridad que existen en las zonas rurales.

Carolina Noguera, psicóloga educativa, opinó que la reapertura de las escuelas es una alternativa válida para acercar la educación a las zonas más pobres. Sin embargo, enfatizó en que se debe tomar en cuenta la falta de docentes y la necesidad de ampliar el espectro de estos sectores.

“Vemos que en estas zonas la instrucción solo llega hasta los niveles básicos, sin opciones para continuar una colegiatura, con un bachillerato técnico, por ejemplo, para que tal vez ahí recién piensen en migrar a una universidad. Pero si no les das las alternativas, tendrán que salir del campo para educarse o quedarse y no educarse”, dijo. (FV)

Para reabrir las escuelas de Urbina y Caldera se contratarán dos y cinco docentes, respectivamente, con lecciones hasta el séptimo año de básica.