Hasta ayer Esmeraldas reportaba 28 muertos y 212 infectados entres sus siete cantones.
Ventiladores mecánicos, flujomanómetros, insumos de bioseguridad para los de Ministerio de Salud Pública (MSP), la fuerza pública y tener la cantidad necesaria de medicinas para tratar a los infectados por el coronavirus, son algunas de las limitaciones que tiene Esmeraldas.
Además, según la visión de los del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) cantonal de Esmeraldas, también es necesario disponer de unos 20.000 reactivos para hacerle la prueba gratuitas a los sospechosos de tener el virus.
Y no lo es todo. Piensan que es urgente que se reabra el exhospital ‘Delfina Torres’ del centro de la ciudad cerrado en marzo del 2017, el que se sumaría al del sur, el que oficialmente está autorizado por el MSP para atender a los infectados. En el IESS también se han detectado a contagiados.
Alimento y dinero
Siete Mesas Técnica de Trabajo y tres grupos de Tarea a diario analizan la compleja situación del cantón frente a la pandemia. Ayer fue la última reunión de los del Comité de Operaciones de Emergencia Cantonal, con la que completan 10, todas virtuales.
Debido a que la provincia reportaba aumento de casos, los que hasta ayer llegan a 212 y 28 fallecidos, los siete cantones: Atacames, Rioverde, Muisne, Eloy Alfaro, San Lorenzo, Esmeraldas y Quinindé, seguirán con el aislamiento social. Solo en el cantón Esmeraldas, según datos del COE, a unas 1.000 personas se tienen en seguimiento.
Antes del 31 de mayo el cantón Esmeraldas analizará la continuidad de las medidas de aislamiento.Una de las exigencias es que se dote de 28.000 raciones de alimentos por mes para garantizar el acceso de comida a las familias vulnerables del cantón.
Debido a que son los municipios los que deberán garantizar que se no aumenten la enfermedad, piden al Gobierno central la asignación presupuestaria a los gobiernos autónomos descentralizados para afrontar la emergencia sanitaria.
La alcaldesa y presidenta de COE cantonal, Lucía Sosa, le pide la comunidad ser solidarios y evitar la discriminar a los contagiados, puesto que, según datos internacionales, tres de cada 10 ciudadanos podrían terminar infectados por el virus.