Según la Fiscalía, las denuncias de delitos sexuales bajaron en un 815 y la violencia de género en 90%.
La idea de que la vivienda sería el lugar más seguro en la emergencia sanitaria no se aplica para las víctimas de violencia intrafamiliar, quienes ni siquiera pueden denunciar el maltrato del que son víctimas.
En los 37 días de confinamiento que se viven desde que el Gobierno ordenó las medidas de restricción para la movilidad para prevenir la propagación del coronavirus, las denuncias en la Fiscalía se han reducido por la imposibilidad que tienen las víctimas de movilizarse hasta unidades judiciales.
Según datos de esa institución, el reporte de delitos sexuales se redujo en un 81% y los casos de violencia de género en un 90%, comparado con los reportes que se generaban antes de la crisis sanitaria (ver infografía).
Una alternativa
En un intento por obtener cifras reales y ayudar a las víctimas, la Fiscalía habilitó por medio de su página web, www.fiscalia.gob.ec, una herramienta para que se reporten estos hechos de violencia.
Desde el 16 de marzo hasta el pasado lunes, la Fiscalía recibió 677 noticias de delitos relacionados al abuso sexual, acoso sexual, violación, violencia física y sicológica contra la mujer y núcleo familiar, siendo Pichincha la provincia con mayor incidencia de casos (ver infografía).
¿Cómo funciona?
El usuario ingresa a la plataforma web, da clic en el mensaje que se despliega, ubica sus datos personales en el formulario y describe la relación de los hechos a manera de una denuncia.
Juana Fernández, experta en género de la Fiscalía, explicó que este documento lo puede llenar también un allegado, vecino o amigo de la víctima si es que esta última no tiene acceso a un dispositivo con conexión a Internet.
En Quito el Patronato San José habilitó la línea 09967131262 para solicitar apoyo y vivienda segura.Una vez que el reporte ingresa al sistema, funcionarios de la institución analizan cada caso y, si las características del evento corresponden a un tipo penal, se remite la causa a la fiscalía provincial a la que corresponda la denuncia. Con esto se abre una investigación y se toman las acciones legales pertinentes en contra del agresor. Esto, además, de tramitar las medidas de protección para la víctima.
“Se sigue el mismo procedimiento que si se tratara de un trámite presencial”, explicó Fernández. (FLC)
Encierro y nuevos agresores
Petter Sanipatín, presidente del colegio de sicólogos clínicos de Pichincha, aseguró que el incremento de conflictos familiares durante el confinamiento se da por un afianzamiento de la relación de poder que ejerce el agresor sobre la víctima.
El experto aseguró que en los encierros podrían aparecer nuevos agresores que antes no exponían rasgos de violencia debido a que podía descargar sus emociones en otras actividades que ya no las pueden practicar en el encierro.
“Tal vez ellos vayan discutiendo con otros conductores, vayan a donde los amigos, tienen juegos de distracción y regresan a casa. Esas variables que les permiten atenuar su temperamento violento desaparece y queda la mujer, el marido o los hijos como fuente de descarga”, explicó Sanipatín.
