Los responsables de la masacre en la cárcel

Shakespeare Abarca Córdova
Shakespeare Abarca Córdova

SHAKESPEARE ABARCA

La última masacre en la penitenciaría del litoral, claramente evidencia que no fue producto de un enfrentamiento entre bandas rivales, fue una brutal ejecución, los asesinados en esta ocasión, no tuvieron ninguna oportunidad de defenderse, no eran avezados criminales, estaban en la celda de transitorios, o sea individuos de mínima peligrosidad, allí estaban ladronzuelos de celulares, consumidores de droga, por incumplimiento del toque de queda, asociación ilícita, etc. La mayoría de fallecidos sólo tenían de 20 a 40 años, algunos ya debían salir libres, sin embargo a causa de nuestro patético sistema de justicia, no recibieron sus boletas de excarcelación.

Allí estaba un exgerente sentenciado por un millonario desfalco, que se creyó había sido víctima, pero creo que hasta en el infierno quien robó lo suficiente hallará protección, No corrieron la misma suerte, quienes no tenían que ofrecer, estos fueron los blancos de la brutal masacre, que dejó cuerpos macheteados, baleados, decapitados, incinerados; en una barbarie horrenda y sangrienta.

Cada uno de los abatidos tenían sus propias historias, que parecían marcadas por la desgracia, veamos unos pocos casos que recoge la prensa y difundidos en redes;  como el de John C, contador de una empresa investigada por estafa cuyos directivos huyeron del país, ellos estarán disfrutando del dinero malhabido, mientras el joven yace bajo tierra.  Jordy M fue sentenciado a cuatro meses por incumplir el toque de queda por Covid, la noche de la masacre Jordy tenía dos meses esperando su boleta de excarcelación, la que nunca llego, tenía 28 años. Abel C. este 24 noviembre cumpliría sus dos años de sentencia por el robo de un celular, nunca vio la luz de la libertad.

Sobre los horrendos sucesos, el líder de un pabellón relata: “irrumpieron internos pero algunos iban disfrazados de policías, simulando requisa, nos pusieron boca abajo y empezaron a disparar, fue cuando nos levantamos y empezamos a correr, muchos recibieron tiros por la espalda”.  Pero, ¿A quiénes beneficiaba esta brutal  masacre?  La obvia respuesta es que se buscaba reforzar la idea de “gran conmoción interna”,  por quienes en su cínico maquiavelismo, intentaban a cualquier precio, inculpar y desestabilizar al régimen. Si estos infames son los responsables, jamás tendrán perdón de Dios.

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