La banda guayaquileña Los Corrientes lanzan su segundo álbum ‘Sobremesa’.
CARLO CELI
Esta semana me encontré con Geraré, Betoman y Doña Pepa, ellos son parte de Los Corrientes, específicamente la parte que canta, toca la guitarra y el acordeón en las canciones.
La portentosa vista del valle de Cumbayá, desde el mirador de Guápulo, adornó el paisaje durante la charla que tuve con estos tres comprometidos músicos que desde hace casi siete años se juntaron para hacer temas y combinar melodías.
En algún punto de los ensayos todos se ponen de acuerdo y sacan verdaderas perlas como ‘Soy chiro’, ‘Salsa para partirte las tapas’ o ‘De viejito’, canciones que ya se las sabe medio mundo y que son parte del repertorio obligado de esta orquesta que también está conformada por Trompeta, en la trompeta; Pepe Coveñas, al saxo; Otroman, en la batería; El Oso, al bajo; Rickybobby, en los teclados e Ian, en las percusiones.
La banda en este momento se encuentra en plena gira de medios para promocionar su segundo trabajo ‘Sobremesa’, un disco con siete canciones y todo el sabor de esta agrupación que ‘El manso Guayas’ se encargó de regalar al país.
“Desde el álbum anterior, este también cuenta historias de nuestras vivencias y cómo afrontamos las cosas que a todo el mundo le pasa. Historias que nos sucedieron después de los 30 años, cuando ya hemos pasado la fiesta y la joda… aunque eso igual nunca termina pero igual hay un momento en que la cosa se pone un poquito complicada. La vida adulta se pone difícil, amores, desamores, muertes, de todo. Todas las historias que contamos adquirieron ese matiz”, comenta Geraré.
“Nos estamos contando todo lo que nos ha pasado, lo bueno, lo malo, como en una sobremesa que es un vaivén de emociones, todas son reales”, así explica el disco Betoman y agrega que el lenguaje y la jerga propia de Guayaquil también se encuentra dentro de cada canción de esta nueva producción.
Estilo
Si de algo se caracteriza esta banda es por el magnífico manejo del lenguaje coloquial -por describirlo más formalmente- aunque hablar las ‘naples’ como ‘guayaco que se respeta’ podría ser otra descripción más cercana a la realidad.
Suenan como una gran orquesta que toca de todo, más que nada ritmos movidos con tintes tropicales y una fusión que no tiene límite entre sus influencias que pasan por la cumbia, el pasillo, el reggae, el hip hop y el rock.
EL DATO
Grabador es la disquera independiente que promociona a la banda actualmente.
En su Facebook oficial se describe acertadamente como una banda de “pop urbano experimental”, aunque a mí me parece que van más allá.
El humor es otro elemento clave en sus canciones, situación que es evidente en cada fraseo lleno de sarcasmo e ironía. “Yo suelo poner los límites en el humor ya cuando se empiezan a pasar”, puntualiza Doña Pepa.
En este nuevo álbum, Los Corrientes se promociona con la frase descriptiva de ser una banda de “Realidad con sabor y caché”. Los tres músicos explican que aquello significa expresar sus experiencias de la forma en que la gente los entiende y se han hecho entender.
“Tenemos caché porque ya nos vemos más bonitos. El sabor es la suma de todos nuestros gustos diferentes. Es como un platillo”, indica Gerare.
Panas y música
La única ‘doña’ del grupo, quien le pone sazón al acordeón en cada una de las canciones, expone el secreto para que esta banda con gustos musicales tan diferentes entre ellos, no se ‘maten’ a la hora de hacer canciones: “El asunto que tenemos en claro es que somos una familia donde hay momentos de acuerdos y desacuerdos. Tenemos instantes de paz y de guerra pero todo fluye y sin el uno no existe el otro”.
‘Cuando me empieces a odiar’ fue la canción elegida para un video que lo grabaron con el cineasta Javier Andrade (‘Mejor no hablar de ciertas cosas’) en la playa Engabao y que se estrenará próximamente. El rodaje duró tres días y está ambientado en una fiesta de 15 años.
“Fue espectacular, ese fin de semana grabamos el video y al final los comuneros del lugar hicieron de extras”, explica Betoman.
Con algo de prisa, abandonamos Guápulo, ellos para seguir en su agenciosa gira de medios, yo, en cambio, para escuchar el sabroso disco nuevo que me regalaron.