Palacio ve difícil triunfo de un candidato en primera vuelta

Naciones Unidas

El presidente de Ecuador, Alfredo Palacio augura una segunda vuelta en las elecciones presidenciales del próximo 15 de octubre, tras señalar que deja a su país con un Estado de derecho reconstituido y un gran potencial económico.

En una entrevista con Efe, el presidente ecuatoriano consideró que las encuestas son muy cerradas entre los principales candidatos presidenciales, León Roldós, de la alianza socialdemócrata Izquierda Democrática-Red Etica y Democracia, y Rafael Correa, del izquierdista Alianza País.

«Veo muy difícil que un candidato triunfe en la primera vuelta. Prefiero no adelantar pronósticos, ya que se podrían traducir en deseos. Lo que sí aspiro es a que haya una transparencia total en las elecciones», declaró.

Durante su visita a Nueva York, con motivo de la 61 Asamblea General de la ONU, Palacio se reunió con mandatarios de varios países, así como con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.

Con Insulza abordó el envío de 120 observadores electorales de la OEA para supervisar el proceso electoral antes y después de la celebración de los comicios.

Durante sus 17 meses de mandato, Palacio enfatizó que su gran logro ha sido reconstituir el Estado de derecho, después de la situación que se encontraba su país cuando asumió el poder el 20 de abril del 2005, después de la destitución de su predecesor, Lucio Gutiérrez.

«Dejo un Estado derecho, que había dejado de existir. Le recuerdo que cuando asumí el poder, Ecuador no tenía Corte Suprema de Justicia, uno de los poderes esenciales del Estado y el ejecutivo había dejado de gobernar y estaba subsistiendo», puntualizó.

El mandatario se mostró satisfecho por haber finalizado el proceso de redemocratización de su país y haber logrado una estabilidad jurídica, política y económica.

«Esto nos permite afrontar con mucha solvencia y con mucha fiesta cívica las próximas elecciones. Tiene que ganar el candidato que se lleve las mayorías populares», indicó.

Ahora, agregó, el objetivo es culminar lo que llamó el «Estado de los derechos», que incluye los derechos humanos, la salud, la educación, la cultura, el medio ambiente y el desarrollo humano.

Entre los éxitos económicos de su mandato, destacó las leyes relativas al excedente del petróleo, fondos que antes se utilizaban para el pago de la deuda, y que ahora se dedican a programas sociales y medioambientales.

«Hemos conseguido distribuir de una manera más equitativa en lo social y en la productividad. Es un Ecuador diferente. Revisamos los contratos petroleros, porque eran una injusticia, una asimetría dromedaria, que favorecía a las empresas extranjeras en detrimento de las nacionales», indicó.

El presidente ecuatoriano consideró que las negociaciones sobre la paralización del Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU continúan, pero anotó que existen unos mínimos que son innegociables, entre ellos la agricultura y la propiedad intelectual, en concreto las patentes de medicamentos.

«Nunca interrumpí las negociaciones durante mi presidencia. En absoluto, el estancamiento debería tener que ver con la decisión soberana que tiene un país sobre su petróleo», afirmó.

Palacio agregó que Ecuador también está negociando un tratado con la Unión Europea (UE), en el marco de la Comunidad Andina, así como con México y Chile, y que en todos ellos vela por los intereses de los ecuatorianos.

En el ámbito regional, Palacio, que se considera un «integracionista convencido», hizo hincapié en la necesidad de consolidar las relaciones del la Comunidad Andina (CAN) y del Mercosur, para avanzar hacia lo que llamó una «Comunidad Sudamericana de Naciones».

«Debemos propugnar una América Latina unida para proyectarnos hacia todo el hemisferio, pero también construir una estructura sur-sur, como vehículo para que exista una adecuada armonía sur-norte», indicó.

Palacio se postula para secretario general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y consideró que su candidatura no es en nombre propio, sino de la región, y que cuenta con el apoyo de Brasil, Bolivia, Argentina, Venezuela y Chile.

«Es una oportunidad histórica para que la dirección de la OMS recaiga en el tercer mundo, con tesis comunes, y para que gritemos al mundo cuáles son los cambios que pedimos en el área de la salud», declaró. EFE